Nacida Scheijne Miriam Laskier en 1927 en Lodz, en Polonia, Sara Rus, quien llegó a la Argentina tras sobrevivir al Holocausto en Auschwitz y fue una de las fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo después de que su hijo fuera secuestrado, falleció este miércoles en Buenos Aires, a los 96 años.
«Con profundo dolor despedimos a Sara Rus, sobreviviente de la Shoá, Madre de Plaza de Mayo e incansable luchadora por la memoria, la verdad y la justicia», declaró la AMIA, la central mutual judía de Argentina.
«Acompañamos a sus familiares y seres queridos en este difícil momento», señaló en un comunicado la organización matriz de los judíos argentinos.
«Honraremos su legado fortaleciendo todas nuestras acciones vinculadas con la educación y la transmisión, para que esas páginas tan oscuras de la historia no se repitan nunca más», completó la AMIA.
Rus fue una de las primeras madres que se unió a la famosa organización de derechos humanos. En 1977 la dictadura militar -instalada un año antes y en el poder hasta 1983- secuestró dos veces a su hijo Daniel, un físico nuclear egresado de la Universidad de Buenos Aires.
Un pedido de disculpas que no alcanzó
Según relató Sara, Daniel no militaba activamente en política pero, como muchos jóvenes de aquel momento, mostraba simpatías por el peronismo. La primera vez que fue detenido la policía lo liberó porque no era la persona que buscaban y hasta le pidió disculpas.
Pero la segunda vez, en julio de 1977, fue secuestrado junto a dos colegas y terminó «desaparecido», el triste término utilizado en aquellos años para referirse a la muerte en cárceles clandestinas.
Con profundo dolor despedimos a Sara Rus Z»L, sobreviviente de la Shoá, Madre de Plaza de Mayo e incansable luchadora por la memoria, la verdad y la justicia.
La recordamos con un extracto de la entrevista que le realizamos en Shalom AMIA, donde presentó, junto al director… pic.twitter.com/cBhpmx1QQg— AMIA (@InfoAMIA) January 24, 2024
Con el paso del tiempo, Sara fue una de las impulsoras de la Línea Fundadora de las Madres de Plaza de Mayo, la agrupación donde varias de las mujeres que armaron el movimiento se nuclearon para abrirse del personalismo de la controvertida Hebe de Bonafini.
La Línea Fundadora se creó como una organización apolítica que, más allá de las ideologías, tiene por objetivo aclarar el destino final de los desaparecidos y educar para que nunca se repitan los hechos cometidos por la dictadura (que, por cierto, se ensañó especialmente con los detenidos judíos).
«Sara Rus es una sobreviviente del Holocausto y una madre de un hijo desaparecido», se presentaba a sí misma esta figura de las Madres de la Plaza de Mayo, marcada también por la crueldad del Holocausto.
«Cuando tenía doce años, los alemanes entraron a Lodz como si fuera su casa, sin luchar ni nada: no rompieron ningún edificio, solo destruyeron el templo judío», recordó Sara en una entrevista citada por el periódico argentino Infobae.
Su familia tuvo que pasar cuatro años en el ghetto de Lodz, donde más de 165.000 judíos quedaron encerrados por los nazis y sus seguidores locales. «Fueron momentos muy difíciles», recordaba.
Un hermano por solo tres meses
Por ejemplo, señaló en la charla, «mi mamá se quedó embarazada cuando estalló la guerra, tuvo un nene en el ghetto, un varón hermoso que vivió tres meses nada más: falleció de desnutrición porque mi madre no tenía leche»
«Al año mi madre queda embarazada otra vez -continuó-. Creo que fue un nene, los alemanes lo mataron al nacer, y ya no tuve más hermanos».
Poco después, los alemanes y sus cómplices enviaron a
Sara y a sus padres a Auschwitz. «Nos llevaron a Birkenau, a una plaza enorme y empezó la selección -contó en una entrevista con el diario Página 12, también de Buenos Aires-. A los hombres directamente los sacaron. Nunca más vi a mi padre».
Junto a su madre tuvieron la «suerte» de ser elegidas para trabajar en una fábrica de aviones en Alemania, lo que terminaría por salvarles la vida. En mayo de 1945 fueron liberadas por los aliados y logró recibir una carta de su novio, Bernardo, con quien viajaría a la Argentina.
Luchar para no olvidar
Bernardo murió en mayo de 1984, pocos meses después del retorno de la democracia al país sudamericano. Para Sara todavía quedaban muchos años de lucha para conocer el destino de Daniel.
«Yo lucho por no olvidar, lucho por la memoria, para que jamás los nazis de Alemania y los que estuvieron acá (en Argentina) tengan la fuerza que han tenido», le dijo a Página 12 en el 2010.
La memoria, completó la mujer nacida Scheijne Miriam en el seno de una familia judía polaca y que nunca olvidó sus raíces, «es lo más importante, porque si no se tiene memoria las cosas vuelven a pasar».