La nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, nacida en el seno de una familia judía, confirmó la posición de su país y pidió que un estado palestino sea «reconocido en toda su magnitud», al «igual que el estado de Israel».
Hablando durante una conferencia de prensa el viernes 11 de octubre, Sheinbaum, que asumió el primer día del mismo mes, no hizo más que suscribir la posición que mantuvo su predecesor y mentor político, el ex presidente Andrés Manuel López Obrador.
El ex mandatario de centroizquierda buscó siempre ubicarse en una posición «neutral» en el conflicto entre Israel y los palestinos, y tuvo que mantener una difícil posición después del brutal ataque de Hamas del 7 de octubre del 2023.
Sheinbaum, por su parte, se expresó en contra de «cualquier forma de violencia» y repudió puntualmente la «masacre y detención ilegal de personas que hizo un grupo palestino», en referencia al 7/10 y las decenas de personas que Hamas secuestró y mantiene como rehenes en Gaza.
«Condenamos las agresiones que se están viviendo, y además consideramos que el estado palestino debe ser reconocido en toda su magnitud, igual que el estado de Israel», dijo la presidenta en declaraciones recogidas por el diario El Universal.
Nuestra obligación es informar permanentemente. Vamos a continuar con las mañaneras. https://t.co/tSIfC4jxTT
— Claudia Sheinbaum Pardo (@Claudiashein) October 11, 2024
En ese sentido, recordó que «esa ha sido la posición de México desde hace muchos años y esa es la posición que nosotros tenemos» en el nuevo gobierno.
«Un grupo palestino»
Sheinbaum recordó que la cancillería de su país condenó la «masacre y detención ilegal de personas que hizo un grupo palestino» y «también después se condenó las agresiones del estado de Israel a Palestina y hoy lo que está ocurriendo en el mundo».
«La búsqueda de la paz por encima de todo, la guerra nunca va a llevar a buen destino», concluyó la presidenta mexicana.
Los abuelos judíos de Sheinbaum llegaron al país norteamericano desde Bulgaria y desde Lituania. Aunque sus padres son agnósticos, y ella no profesa ninguna religión, en alguna oportunidad reconoció que «la cultura se trae en la sangre».
«Yo me siento mexicana, soy mexicana, pero estoy muy orgullosa de mi origen», afirmó durante un encuentro con dirigentes femeninas de la comunidad judía de su país.