Una conmovedora muestra de fotografías que retrata a veinticinco madres que perdieron hijos e hijas durante el ataque islamista del 7 de octubre del 2023 contra el sur de Israel, repasando los últimos abrazos antes de la matanza, acaba de inaugurarse en Buenos Aires.
Para la apertura de la muestra de las obras de la fotógrafa Ifat Peer viajaron especialmente desde Israel dos de las madres que participaron del proyecto, Sigal Shteiner Manzouri, cuyas dos de sus hijas fueron asesinadas en el festival Nova, y Eti Raz, quien perdió a su hijo Idan.
El 6 de octubre del 2023, «mis hijas Roya y Norelle, y su novio Amit vinieron a mi casa», relató Sigal durante la apertura de la exhibición en los salones del Palacio Libertad, en la capital argentina.
Las chicas y Amit «estaban muy entusiasmadas de ir al festival», tanto que Norelle salió muy rápido y «se olvidó de despedirse de mí -continuó Sigal-. La corrí y le dije que no podía irse de la casa de mamá sin darme un abrazo. Ese fue el último abrazo que nos dimos».
El amanecer de un día terrible
Los tres jóvenes salieron para el festival «y nosotros nos fuimos a dormir, sin preocuparnos», pero a las 6.30 de la mañana nos despertamos con las alarmas, como todos» en Israel, recordó Shteiner Manzouri.


Horas después comenzaban a llegar los fatídicos mensajes, comenzando por uno que informaba que Amit, el novio de Norelle, no estaba vivo.
«Aún teníamos la esperanza de que las chicas hubieran sido secuestradas, porque entendíamos que esa sería la única forma de que siguieran con vida», siguió la mamá israelí.
Pero «el miércoles a la mañana nos informaron que Roya había sido asesinada, y el viernes a la noche nos dieron la noticia de que Norelle también había sido asesinada: tres entierros en seis días, tres ángeles que quedarán para siempre con 25 y 20 años», expresó.
Eti Raz, por su lado, lamentó que «la vida nos enseña lecciones que no hubiéramos querido aprender: ojalá no hubiera tenido que aprender cómo es ser una madre en duelo, hubiera preferido saltearme esa lección».
Mostrando una enorme entereza, la mamá de Idan, que murió a manos de Hamas cuando tenía apenas 20 años de edad, dijo que, frente a esta terrible situación, «quiero y elijo ser una buena alumna y contarles un poco de lo que aprendí».

«La gente tiene miedo de las madres que están en duelo, les da miedo mirarlas a los ojos, bajan la cabeza, solo para no encontrarse conmigo -siguió Eti-. Y hoy les digo que está bien sonreírme y abrazarme» porque «el luto no es contagioso».
«Luto para siempre»
Raz reconoció que será «una madre en luto para siempre», pero aseguró que está «tratando de aprender cómo ser esta madre de la mejor manera posible», sacando «fuerza desde el dolor».
De la presentación participaron también las madres de dos jóvenes muertos en el atentado explosivo del 18 de julio de 1994 en Buenos Aires contra la AMIA, la mutual judía de Argentina: Graciela Linial de Furman, mamá de Fabián Furman, y Sofía Guterman, mamá de Andrea Guterman.
«Esta no es una muestra fácil de ver, pero que es necesaria para mantener nuestra memoria fresca sobre las consecuencias de la maldad humana, de lo que hace el terrorismo», afirmó el secretario de Cultura argentino, Leonardo Cifelli.
Según el funcionario del gobierno del presidente Javier Milei, un férreo aliado de Israel, «el arte, una vez más, demostró que puede ayudar a expresar lo que no se puede decir de otra manera».
La muestra El último abrazo está abierta al público hasta el 25 de mayo del 2025 en la sala 706 del Palacio Libertad, en Sarmiento 151, Buenos Aires.