En una semana, el domingo 2 de junio, los habitantes de México habilitados para votar concurrirán a las urnas y podrán concretar un hecho histórico: elegir una presidenta judía.
Se trata, por supuesto, de la ex alcalde de la capital, Claudia Sheinbaum, quien -según una encuesta de encuestas preparada por Expansión- encabeza cómodamente las encuestas.
Los números de la revista señalaron que en los últimos días de mayo la candidata oficialista le llevaba 20 puntos de ventaja a la representante de la alianza de centro Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez.
Al 24 de mayo, el modelo elaborado por Expansión ubicó a Sheinbaum en la delantera con aproximadamente 53 por ciento de la intención de voto, seguida de Gálvez con el 34 por ciento y Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, cerrando con apenas un 8 por ciento.
En los seis años de gobierno de su mentor, el presidente izquierdista Andrés Manuel López Obrador, «se ha hecho muchísimo en el país», escribió Sheinbaum en su cuenta de Twitter (ahora conocida como X) a una semana de las elecciones.
En seis años se ha hecho muchísimo en el país. Vamos a seguir avanzando en la Transformación, es un compromiso con el bienestar de las y los mexicanos. pic.twitter.com/a9cKDqaW8B
— Dra. Claudia Sheinbaum (@Claudiashein) May 26, 2024
«Vamos a seguir avanzando en la transformación, es un compromiso con el bienestar de las y los mexicanos», aseguró la candidata de la coalición Morena.
Haciendo historia, por partida doble
Además de los asuntos centrales de estos comicios, la prensa que viene cubriendo el escenario político mexicano no dejó de señalar dos grandes detalles de esta carrera hacia el poder: es casi seguro que el país norteamericano tendrá su primera máxima mandataria mujer.
Y, si gana Claudia Sheinbaum, será doblemente histórico, ya que México consagrará una presidenta judía.
Una extensa columna publicada por el New York Times a mediados de marzo último se preguntaba: «¿Abrirá Claudia Sheinbaum, una mujer judía, un nuevo camino en México o seguirá uno existente?».
En la nota, el ensayista mexicano Ilan Stavans recordó que la candidata oficialista «rara vez se identifica públicamente como judía, y ni ha resaltado su identidad ni tampoco la ha eludido».
«Como mexicano de origen judío -añadió- he visto con asombro y optimismo cómo muchos mexicanos, en un país predominantemente católico, apoyan a alguien de ese género y origen religioso», es decir, una mujer que, además, tiene un claro origen judío.
Es que sus abuelos maternos eran judíos sefaradíes que llegaron en la década del ’40 del siglo pasado desde Bulgaria, huyendo del Holocausto, mientras que sus abuelos eran judíos lituanos que emigraron a México en la década del ’20.
El pluralismo mexicano
«Sus padres, científicos, son laicos, pero de niña celebraba las festividades judías con sus abuelos», contó Stavans, según el cual Sheinbaum llegue, «tal vez», a «redefinir la política progresista en América Latina».
«Pero es increíble que no solo una mujer, sino una mujer judía, sea la líder en las encuestas para ganar la presidencia. En cualquier caso, su ascenso es una señal de cómo el pluralismo ha redefinido la textura de México», completó.
En una de las pocas ocasiones en las que Sheinbaum habló públicamente de sus raíces, la dirigente se declaró «cercana a la comunidad judía porque en casa de mis abuelos celebrábamos todas las fiestas».
De todas maneras, aclaró, «crecí en un ambiente sin religión» en el hogar de sus padres, que eran activistas de izquierda, contaba la principal candidata a presidenta de México en el 2018 durante una reunión con líderes femeninas de la colectividad judía de la capital.
A pesar de eso, «evidentemente, la cultura se trae en la sangre», admitió.
Sheinbaum e Israel
Será interesante ver cómo se posiciona Sheinbaum respecto de Israel, un país que López Obrador, en característico estilo de la izquierda latinoamericana, suele criticar con distintos niveles de dureza.
Poco después de la salvaje invasión del 7 de octubre del 2023, cuando Hamas mató a 1200 personas en el sur de Israel y secuestró decenas de rehenes, algunos de los cuales siguen cautivos en Gaza, la aspirante a la presidencia condenó el ataque.
«Hay que condenar cualquier forma de violencia y particularmente esta forma de violencia, atacar a civiles inocentes», dijo la líder de Morena en aquella ocasión.
«Al mismo tiempo -agregó-, yo estoy de acuerdo también en que cese la violencia y que se reconozcan a los dos estados y que se busque la manera inmediata de pacificar esta región del mundo».