Un ex diplomático estadounidense, conocido por sus duras posiciones anticastristas, acusó al gobierno de Cuba de apoyar al eje Hamas-Irán, incluso mientras el grupo islamista preparaba el ataque terrorista del 7 de octubre que dejó 1200 muertos en el sur de Israel.
«Durante más de un año, Irán proporcionó en secreto las armas y el entrenamiento que Hamas necesitaba para planificar el ataque» de octubre, señaló Otto Reich, un ex subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, encargado de la diplomacia de Washington para América Latina.
«Mientras tanto -continuó Reich en un artículo publicado en el portal norteamericano Jewish Policy Center-, altos representantes de Irán y Hamas fomentaron una ofensiva diplomática internacional con sus aliados».
Según el ex diplomático, que fue embajador en Venezuela, «la Cuba comunista, otro estado patrocinador del terrorismo designado por Estados Unidos, fue un aliado clave entre Irán y Hamas en este esfuerzo».
Para sostener su argumento, este «halcón» de las relaciones exteriores estadounidenses recordó una serie de reuniones de alto perfil entre representantes de los gobiernos de La Habana y de Teherán y de líderes del grupo terrorista palestino.
Reuniones de alto perfil
Algunas «reuniones de planificación con altos funcionarios cubanos» se llevaron a cabo este año, tanto en Medio Oriente como en la isla, dijo Reich, quien actualmente se encuentra al frente de la organización anticomunista Center for a Free Cuba.
En uno de esas reuniones, realizada el 5 de febrero, «el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Hossein Amirabdollahian, visitó Cuba y se reunió con el presidente Miguel Díaz-Canel», escribió Reich. Ambos discutieron «cuestiones de interés mutuo y temas internacionales», según un comunicado de la cancillería de Teherán.
Luego, el 25 de febrero, «una delegación de Hamas visitó públicamente a Jorge León Cruz, el embajador cubano en el Líbano», siguió el ex diplomático. En ese encuentro, el Cruz reconoció «el legítimo derecho de los palestinos a defender su tierra» y agregó que «están luchando por una causa justa».
Reich afirmó que, «para elevar el perfil iraní, unos meses después, el 15 de junio», el presidente Ebrahim Raisi, se reunió públicamente con Díaz-Canel, su par cubano, «en La Habana».
Según el presidente del Center for a Free Cuba, «esas tres reuniones de alto nivel demostraron las estrechas relaciones que existen entre Hamas, su principal patrocinador, Irán, y el régimen comunista» de La Habana.
Arafat, Castro y el Che
«La dictadura de Cuba tiene una larga historia tanto de antisemitismo como de apoyo a organizaciones terroristas extremistas en el Medio Oriente, donde ha operado campos de entrenamiento» en «lugares secretos, así como en la isla caribeña», aseguró el ex diplomático norteamericano.
Además, aseveró, Cuba permitió que otro grupo islamista, Hezbollah, que tiene su base en el Líbano y también es respaldado por Irán, establezca «una base operativa» en la isla, «diseñada para apoyar ataques terroristas en toda América Latina».
Esta denuncia, recordó Reich, está contenida en correos electrónicos filtrados de la entonces secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, en el 2016. Y cabe recordar que Hezbollah, con el apoyo de Irán, es señalado como responsable de dos ataques terroristas en Argentina, en 1992 y 1994.
Numerosas investigaciones señalan desde hace décadas el apoyo concreto del gobierno de Fidel Castro a distintos grupos violentos del mundo, desde revolucionarios de izquierda a organizaciones directamente terroristas.
El líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasser Arafat, llevó a cabo en 1974 una visita de alto perfil a Cuba, donde se reunió con Castro. Años antes, como parte de una gira internacional en 1959 , el guerrillero argentino-cubano Ernesto Che Guevara visitó la Franja de Gaza.
«No siempre fue así»
A través de una nota del editor, el Jewish Policy Center agregó una porción de contexto al artículo de Reich, reconociendo que, apenas a noventa millas de distancia de las costas de Estados Unidos, «la Cuba post-Castro ha estado trabajando con los enemigos» de Washington e «incubando terroristas cuyo objetivo es la aniquilación de Israel».
Pero «no siempre fue así», subrayó la nota, que citó una columna que Shoshana Bryen, la directora del Jewish Policy Center, publicó en el 2010.
«Fidel Castro es un viejo dictador y un mentiroso… pero, de hecho, en los primeros días (de la revolución) estaba lejos de ser un enemigo de Israel o de los judíos», apuntó el artículo en el San Diego Jewish World.
La presencia de expertos israelíes en agricultura era «común» en los primeros años de la Cuba de Castro, señaló Bryen en base a una investigación de Jorge Pérez-López. Y «cuando el presidente israelí Itzjak Ben Zvi murió en 1963, Castro declaró tres días de luto oficial».
«Posteriormente, el dictador argelino Ahmed Ben Bella canceló su viaje a La Habana» y «Castro dijo que no le importaba», añadió.
Una posición clara
Fue recién en 1974, cuando buscaba liderar el Movimiento de Países No Alineados, cuando «Castro rompió relaciones con Israel», apuntó Bryen.
Según varias pesquisas, un año antes, en octubre de 1973, tropas cubanas tomaron parte, del lado árabe y desde Siria, de combates contra fuerzas israelíes en la Guerra de Iom Kipur.
Desde entonces, la posición anti-israelí de las autoridades de La Habana fue siempre clara, a pesar de algunos tibios acercamientos a través de empresarios y ex funcionarios.
En ese sentido, Reich escribió que «el gobierno de Díaz-Canel rechaza los esfuerzos de Israel por defenderse del terrorismo de Hamas» y que, «hasta la fecha, La Habana se niega a condenar los mortíferos ataques» del 7 de octubre que dejaron 1200 muertos en Israel y más de 200 secuestrados.
Cuba, subrayó Reich, «describe la masacre como ‘una consecuencia de los 75 años de violación permanente por parte de Israel de los derechos inalienables del pueblo palestino'», lo que constituye «un ejemplo clásico de culpar a las víctimas por las atrocidades que sufrieron».
Finalmente, el ex jefe de la diplomacia estadounidense para América Latina sentenció que «Cuba sigue demonizando a Israel y protegiendo a su aliado Hamas», una «entidad considerada por Estados Unidos como una de las organizaciones terroristas más violentas y peligrosas del mundo».