Durante muchos años en Argentina, y en el resto del mundo se buscó alternativas para frenar la inflación. En la actualidad hay pocos países que superan los tres dígitos anuales. Ellos son Venezuela (305,7%), Zimbabwe (244%), el Líbano (142%) y hoy, con un IPC del 6,6 % mensual, Argentina llegó al podio con el 102,2% anual.
El caso israelí se usa a modo de ejemplo para varios países en el mundo porque logró contener las variables macroeconómicas. Incluso, frenó la inflación, que cayó a un nivel de 20% gracias a un programa de estabilización gradual que contó con una estricta disciplina fiscal subiendo las tarifas de los servicios públicos, y congelándolas durante un periodo de seis meses, entre otras medidas.
De hecho, el «modelo» del país de Medio Oriente es el mantra de muchos sectores en el país sudamericano que quieren que el gobierno aplique, de una vez por todas, una solución que ponga coto al problema que lo aflige dramáticamente desde hace décadas, incluyendo hiperinflaciones como la recordada de 1989-1990.
Regularmente aparecen en los periódicos argentinos artículos repasando la solución israelí y columnas de expertos que recomiendan la emulación local de las medidas que el gobierno de Jerusalén, encabezado en ese momento por el primer ministro Shimon Peres, aplicó en 1985.
Incluso a principios de este mes de abril, el diario La Nación, de Buenos Aires, publicaba un artículo comentando la crisis política en Israel a causa de la reforma judicial, apuntando en su título al atractivo de la solución anti-inflacionaria del país medioriental.
«Crisis en Israel: qué pasa en la economía que es un ‘faro’ para muchos dirigentes argentinos», se preguntaba el periódico.
Israel, «un faro» para muchos economistas argentinos
Israel, apuntaba el artículo, «es siempre mencionada en la Argentina como un ejemplo exitoso de políticas económicas que permitieron salir al país de la hiperinflación y lograr su desarrollo económico».
Además, agregó, «son varios los dirigentes políticos locales que analizan el caso y consultan a algunos de los economistas argentinos que trabajaron allí, como Leo Leiderman y Manuel Trajtenberg».
Las elecciones presidenciales argentinas llegan el 22 de octubre de este año y las políticas económicas puntuales todavía no aparecen con claridad en los debates políticos.
¿Están dispuestos los principales candidatos a la Casa Rosada -como Patricia Bullrich y Horacio Larreta, de Juntos por el Cambio, la coalición de centroderecha del ex presidente Mauricio Macri, el libertario Javier Milei o quien sea que encabece la fórmula peronista del Frente de Todos- dispuestos a imitar a los israelíes?
Según Martín Tetaz, candidato y actual diputado de la Unión Cívica Radical (UCR, que forma parte de Juntos por el Cambio) sí se puede implementar el plan israelí en Argentina.
El método de Israel «es un ‘Plan Austral’ con ‘buenos modales’, continuado, con responsabilidad fiscal, con orden en las cuentas públicas», señaló en referencia al programa de estabilización monetaria puesto en marcha también en 1985 y que alcanzó cierto éxito a partir de una política de shock pero que se desinfló en 1989, poco antes del estallido de la hiperinflación.
Un plan con «buenos modales»
Tanto el Plan Austral, implementado por el presidente Raúl Alfonsín (UCR) como el conocido como Convertibilidad, que se impulsó en 1991 el ministro de Economía del entonces gobierno peronista, Domingo Cavallo, «pegando» 1 a 1 al dólar con el peso, «funcionaron a corto plazo para bajar la inflación», recordó Tetaz, consultado por IsraelEconomico.
«El mes previo al Plan Austral la inflación era del 30% y al mes siguiente fue de 3%, y con la Convertibilidad paso lo mismo, la inflación en 1991 era del 30% después fue del 2% y luego 1,5%», enumeró el candidato a renovar su banca.
Argentina «necesita un programa de shock que trasmita un mensaje claro de que vamos a un conjunto de reglas económicas completamente distintas -aseveró-. Habrá un antes y un después de cómo se hacen los negocios y cómo se forman los precios y se toman las decisiones económicas en nuestro país».
Con respecto al rol del Banco Central argentino (BCRA), el diputado propuso una «independencia absoluta» para esa institución (un elemento clave del plan israelí de los ’80) a través de «una ley del Congreso».
Los directivos del BCRA «deben ser elegidos por el Congreso, no por el poder ejecutivo», precisó, agregando que «no puede haber financiamiento del tesoro» y «necesitamos una Convertibilidad con Brasil, con el real».
Ramiro Marra, uno de los principales referentes de La Libertad Avanza, el partido de Milei, dejó en claro recientemente cuál será el norte económico y político de un eventual gobierno de esa formación.
«Países fundamentales»
Estados Unidos e Israel, dijo durante una entrevista con estudiantes de Periodismo de la Escuela de Comunicación de Perfil, «son dos países fundamentales para poder desarrollarnos en el mundo actual».
«Hay que tener buenas relaciones con países con los que tenemos buenos valores en común», añadió el diputado.
En cuanto al Frente de Todos, es sabido que un programa de férrea disciplina económica al estilo del que aplicó Israel en los ’80, con un banco central independiente y políticas monetarias austeras, no es del gusto del peronismo.
Guillermo Moreno, ministro de Comercio Interior desde el 2006 y el 2013, durante las presidencias de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández de Kirchner, resumió explicando que «Argentina necesita un plan económico peronista».
«La situación de errores en nuestra economía empezaron con el gobierno de Cristina» Fernández, aseguró Moreno, quien ahora lidera su propio partido, Principios y Valores.
El dirigente apuntó en particular contra la «devaluación» puesta en marcha por el ministro de Economía entre noviembre del 2013 y diciembre del 2015, Axel Kicillof, por culpa de la cual, afirmó, «pasamos de la década ganada con Néstor a la década perdida».
Con la mirada puesta en cualquier lugar menos Israel, Moreno concluyó prometiendo que «la inflación es fácil de resolver si industrializamos nuevamente a la Argentina».
«Un gran ejemplo»
Volviendo a Juntos por el Cambio, tanto Rodríguez Larreta como Bullrich son considerados dirigentes afines a Israel. De hecho, el actual alcalde de la ciudad de Buenos Aires visitó Jerusalén en junio del 2022 para conocer, entre otras cosas, detalles del plan contra la inflación.
Allí se reunió con Trajtenberg, ex jefe del Consejo Económico Nacional de Israel, considerado uno de los arquitectos del plan anti-inflacionario israelí de 1985. «Israel es un gran ejemplo de qué hay que hacer para terminar con la inflación», dijo en aquel momento desde su cuenta de Twitter.
Escuchen con atención al economista @LeoLeiderman. Con mi equipo estamos trabajando sobre la experiencia que utilizó Israel —y que compartió con nosotros— para bajar la inflación. Es fundamental tener la decisión política para terminar con el déficit y dejar de emitir. https://t.co/zQsLN71g4j
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) February 17, 2023
La misma red social fue elegida por Bullrich para revelar que, dentro de su sector, «estamos trabajando sobre la experiencia israelí para bajar la inflación».
«Es fundamental tener la decisión política para terminar con el déficit y dejar de emitir», comentó la ex ministra de Seguridad en referencia a declaraciones radiales del economista argentino Leonardo Leiderman sobre el famoso plan israelí contra la inflación.
«Escuchen con atención al economista», propuso Bullrich a sus seguidores. Leiderman, profesor de economía en la Universidad de Tel Aviv y asesor económico jefe del Banco Hapoalim, había dicho que el plan «es conocido en Argentina».
«Se trata de reconocer el hecho de que la inflación es un síntoma de un gran desequilibrio en la economía», explicó, insistiendo en que «una inflación del 100% no es sostenible».
«Lo especial del plan de Israel es que abarcó todos los factores que se manifiestan en la inflación, y lo hizo todo dentro de un programa para lograr un gran consenso político» liderado por un gobierno de unidad nacional, concluyó Leiderman.
(Alejandro Ninin dirige el portal Periodismo Libre. En Instagram: @periodismolibredeargentina).