Maritza Rodríguez, que ahora se llama Sarah Mintz, se casó con el productor mexicano de televisión Joshua Mintz en el 2005 y, en el 2014, tuvo a sus dos gemelos, Akiva y Yehuda
Para abril de ese año, la familia decidió mudarse a Jerusalén, la culminación de un proceso hacia la ortodoxia religiosa.
Cuando, en mayo del 2021 estalló un nuevo conflicto entre Israel y los grupos radicales islámicos de la Franja de Gaza, varios medios informativos hispanos contactaron a Sarah para conocer la situación en el país.
La renovada atención sobre su historia y su vida desembocó en una pequeña «ola» de entrevistas con la actriz, quien -feliz y realizada- compartió anécdotas y aprendizajes cosechados durante su singular experiencia.
«No hay protagónico que pueda compararse» con la experiencia de vivir en Jerusalén
Para empezar, Mintz le aclaró a una reportera de la emisora Univisión que no extraña nada de su vida como Maritza Rodríguez.
«No hay protagónico que pueda compararse», afirmó.
Y, en cuanto a la situación en Jerusalén durante la lluvia de cohetes lanzados desde Gaza en mayo de este 2021, Mintz también fue concluyente: «estoy en manos de Dios», le dijo a la periodista del canal latino de Estados Unidos.
Hablando con el Canal 13 de la televisión israelí, Sarah contó que «durante más de 25 años tuve una carrera como presentadora de televisión, actriz, modelo, en el teatro de las alfombras rojas, ¿qué no hice?».
«Pero nada de eso se compara con lo que tengo hoy», aseguró durante la entrevista.
En su perfil en Instagram, quien fuera protagonista de los éxitos «El rostro de la venganza» y «Milagros de amor» se presenta ahora como » Jewish Orthodox Fashion & Lifestyle Influencer», es decir, como una persona que marca tendencias en la moda de estilo judía ortodoxo.
Mintz, en efecto, viste con el estilo recatado de las mujeres judías religiosas, y -de hecho- eso le valió críticas de algunas de sus seguidoras de sus tiempos de estrella de televisión.
«Eso me parece un disfraz», escribió una fan en la cuenta de Instagram de Sarah. «Una mujer tan hermosa, bella y elegante que era, ahora con el cuento y que se llama Sarah anda con unas pintas horribles», agregó.
«Quise tomar un camino distinto para mi alma», explicó la estrella colombiana
La respuesta no se hizo esperar: «lo he gritado a los cuatro vientos que fue una decisión mía donde, más allá de una religión, quise tomar un camino distinto para mi alma, hacer cosas mucho más profundas«, dijo Sarah en un video.
Frente al comentario de que ahora no se la veía «alegre» como en sus tiempos de «villana» en las telenovelas más famosas, Mintz contestó: «¿quién dijo que la alegría se me fue? La gozadera, el espíritu está, estoy más plena que nunca«.
En otro video, publicado en su cuenta de YouTube, Sarah contó que fue durante sus primeros seis meses en Israel, durante el proceso de conversión al judaísmo, que comprendió «qué lindo que es vivir aquí, con mis hijos».
Además, reveló, instalarse en Jerusalén «fue el sueño de toda la vida de mi esposo».
Al fin y al cabo, resumió, se trata de vivir «en un lugar donde mis hijos pueden crecer como judíos en libertad, con lo que conlleva una vida de Torá y mitzvot».