En medio de la campaña electoral para la segunda vuelta de las presidenciales, que se celebrará el 19 de noviembre, la política de Argentina vivió un pequeño revuelo a causa de la posición del gobierno, y de su candidato, frente a la guerra en la Franja de Gaza.
Todo comenzó el miércoles de esta semana, cuando el ministro de Exteriores argentino, Santiago Cafiero, criticó la campaña militar lanzada por Israel sobre el enclave palestino tras el ataque terrorista de Hamas del 7 de octubre, que dejó más de 1400 muertos en el sur del país.
Puntualmente, el jefe de la diplomacia argentina «condenó» la incursión aérea de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) sobre la localidad de Jabaliya, en Gaza, adonde actuó para eliminar a un líder de Hamas pero, lamentablemente, también ocurrieron bajas civiles.
«Nuestro país condena» el ataque de las FDI «contra el campo de refugiados» de Jabaliya, «en el norte de Gaza, el cual produjo cientos de muertos y heridos» escribió Cafiero, aunque todavía no está claro el número de víctimas o si se trataba solamente de civiles, además de los activistas de Hamas.
«Resulta fundamental detener inmediatamente los ataques dirigidos contra la infraestructura civil, en especial la destinada a garantizar la provisión de servicios esenciales» en Gaza -añadío el ministro-, incluidos hospitales, plantas desalinizadoras de agua y centros destinados a acoger refugiados».
Una «grieta» en el oficialismo
El comunicado del canciller de Buenos Aires despertó críticas de organizaciones de la comunidad judía de Argentina -la más grande de América Latina y una de las más populosas del mundo- y de dirigentes de la oposición, en medio de la caliente campaña electoral.
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Acompañamos a la @DAIAArgentina en la conmemoración por los 40 años de Democracia pero, sobre todo, en el llamado a la paz y a la liberación de los argentinos y los israelíes secuestrados por el ataque terrorista de Hamas hace 23 días.
— Sergio Massa (@SergioMassa) October 31, 2023
Es muy importante que todos tomemos… pic.twitter.com/3eQ8t3l1Xf
Pero el caso pasó a un nivel superior a causa de un mensaje de Pablo Yedlin, un senador nacional por la norteña provincia de Tucumán, quien criticó a través de la red social X (antes conocida como Twitter) el comunicado del ministro Cafiero.
Yedlin es judío, y miembro del Partido Justicialista al que pertecen también Cafiero y el presidente saliente de Argentina, Alberto Fernández. En su posteo, Yedlin compartió la imagen de un titular periodístico sobre el comunicado de la cancillería y un nuevo repudio contra el ataque de Hamas.
El mensaje de Yedlin no habría provocado ningún alboroto de no haber sido por un imprevisto «like» y reposteo de Sergio Massa, nada más y nada menos que el candidato presidencial del oficialismo.
Con su «like» y al compartir el mensaje de Yedlin, Massa -actualmente ministro de Economía- causó un pequeño terremoto en los medios, las redes sociales y el mundillo político del país sudamericano.
«Guerra en Israel: Massa apoyó un tuit de Yedlin y se desató otra grieta en el oficialismo», tituló, por ejemplo, el diario La Gaceta, de Tucumán, la provincia del senador judío argentino. «Sergio Massa abrió un frente en el Gobierno al avalar un mensaje contra la postura de la Cancillería sobre un ataque de Israel», aportó el portal Perfil, de Buenos Aires.
Un rival con un rabino como asesor espiritual
Massa enfrenta en el ballotage a un controvertido político de posturas a veces populistas y otras ultra-liberales, el economista Javier Milei, quien en reiteradas oportunidades expresó su apoyo a Israel y hasta cuenta con un rabino como asesor espiritual.
Frente a la posición decididamente pro-israelí de Milei, también Massa está buscando aparecer como un moderado y más alineado con Estados Unidos -el principal aliado de Jerusalén- y distanciarse del gobierno de Fernández, considerado más izquierdista.
El lunes de esta semana, Massa participó junto a otros líderes locales de un acto organizado por la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), la organización más política de la comunidad judía de la nación sudamericana, de alrededor de 151.000 personas.
Cabe recordar que varios argentinos figuran entre los muertos por el ataque del 7 de octubre y también entre los secuestrados por Hamas que siguen como rehenes en Gaza.
Hamas, a la lista negra
Durante el acto, el candidato oficialista aseguró que, si resulta electo presidente, incluirá a Hamas en la lista negra de organizaciones terroristas mundiales, como ya hizo, por ejemplo, el gobierno de Washington.
Todos estos gestos de Massa sobre la guerra en Gaza tuvieron lugar mientras el gobierno de país un vecino de Argentina, Bolivia, anunciaba la suspensión de las relaciones diplomáticas con Israel, y otro, Chile, el llamado de su embajador en Tel Aviv para consultas, también por el ataque sobre Jabaliya.
Además del gobierno de Chile, encabezado por el presidente Gabriel Boric, también Colombia, bajo el mandatario Gustavo Petro, informó que convocó a su representante diplomático en Israel para discutir la situación.
A mediados de octubre, pocos días después del ataque terrorista de Hamas, Petro incluso amenazó con romper relaciones con Israel por la guerra en Gaza.