Un conocido restaurante judío de Buenos Aires fue elegido por el popular y muy cool portal estadounidense de gastronomía Eater como uno de los treinta y ocho locales «esenciales» para comer en la capital argentina.
«Algunos podrían pensar que una economía plagada de crisis y malestar político devastarían el panorama gastronómico, pero en Buenos Aires muchos restaurantes están prosperando», recordó el informe del website.
En la ciudad, «la inflación alcanzó los tres dígitos, los precios al consumidor se duplicaron de la noche a la mañana y la victoria presidencial de un libertario de extrema derecha provocó una mayor sensación de incertidumbre», describió la autora de la nota, Allie Lazar.
Sin embargo, aseguró, «los porteños, los habitantes de Buenos Aires, son resilientes y nunca pierden su pasión por salir a comer».
Entre parrillas y pizzerías
Así, en medio de las típicas parrillas de carne asada, quizás el platillo más famoso de Argentina, las pastas y las pizzas de inspiración italiana y los locales vanguardistas para foodies, Eater incluyó a un establecimiento que ofrece comida judía.
Se trata de Mishiguene, ubicado en el coqueto y trendy barrio de Palermo, en el corazón de la capital sudamericana.
Allí no se debe esperar «la cena de Shabat de tu bobe», advirtió. Este «exclusivo» local, apuntó, «recrea platos ashkenazíes, sefaradíes, israelíes y mediterráneos utilizando ingredientes frescos y técnicas modernas de maneras que intrigan y evocan nostalgia».
¿Recomendaciones para este restaurante judío de Buenos Aires? El pastrami con hueso «lo dejará completamente verklempt«, prometió la reseña, usando la palabra idish que se puede traducir como «conmocionado» o «muy emocionado».
El restaurante ya había recibido un importante reconocimiento a finales del 2022, cuando fue incluido en la prestigiosa lista Latin America’s 50 Best Restaurants elaborada por la empresa William Reed Business Media, de Londres, en base a una encuesta entre chefs, gourmets y críticos culinarios.
En aquella ocasión, los encargados del ranking dijeron que el local «honra la herencia» de los inmigrantes judíos «al reinventar la cocina ashkenazi, sefaradí, israelí y del Medio Oriente con toques latinoamericanos».