La vicepresidenta de Ecuador, Verónica Abad, llegó a Israel a mediados de diciembre para una especie de «exilio diplomático» derivado de una serie de intrigas ideológicas palaciegas en Quito, y tuvo que acostumbrarse rápido a vivir en un país en guerra, en medio de alertas de bombardeos.
«En estos tiempos difíciles, Israel sigue firme en su fe», comentó Abad de visita en estos días en el Muro de los Lamentos, en Jerusalén, una de las tantas actividades que está desarrollando como embajadora ecuatoriana.
Varias fotografías del recorrido de Abad por la zona del Kotel fueron compartidas en Instagram por la Fundación del Patrimonio del Muro de los Lamentos, la organización que administra el sitio histórico judío y sus alrededores, incluyendo los túneles arqueológicos.
Como casi todos los visitantes de alto perfil, la embajadora fue recibida por el rabino del Muro, Shmuel Rabinowitz, quien la acompañó en un recorrido de los túneles y mientras encendió una vela en memoria de los caídos en la actual guerra en Gaza.
Aprendiendo sobre Jerusalén y su impacto en el mundo
La representante ecuatoriana también rezó oró junto a las piedras del Muro Occidental, recorrió los túneles y firmó el libro de visitas. Al finalizar, la vicepresidenta confesó haber «aprendido mucho sobre la historia de Jerusalén y el impacto que tiene en el mundo entero».
Las fricciones entre la vicepresidenta, Verónica Abad, y el Gobierno de Daniel Noboa reaparecen. Esta vez, las diferencias surgieron por las declaraciones que realizó la funcionaria desde Israel.
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«Hice este visita para mostrar la paz que existe entre los muros de Jerusalén, la paz por la que se lucha constantemente aquí -declaró Abad-. En estos tiempos difíciles, Israel continúa firme en su fe».
Hablando con el diario El Universo, de Guayaquil, la vicepresidenta dijo que, desde que llegó al país, «aprendió» también a convivir con el conflicto bélico y que reforzó su admiración por la «resiliencia» israelí.
Cada tanto hay que «correr hacia los búnkeres -le contó al diario ecuatoriano, que publicó la entrevista el 3 de febrero-, pero la normalidad en el país es ir, asegurarse, pasar y seguir trabajando, seguir haciendo sus vidas».
«Eso nos enseña muchísimo a los ecuatorianos», afirmó Abad en referencia a «la capacidad de resiliencia que tienen los israelíes ante los momentos duros y difíciles».
Pocos pero buenos
Abad llegó a Israel, sola con sus dos hijos, tras un enfrentamiento político con el presidente de Ecuador, Daniel Noboa. No cuenta con asistentes de la vicepresidencia y el personal en el que se apoya, señaló El Universo, es el de la delegación diplomática en Tel Aviv.
«Son poquitos, pero es un excelente personal de trabajo -dijo Abad-. Son muy inteligentes y muy gestores de la política pública diplomática y a mí me complace trabajar con personas que siempre estén dispuestas a construir», afirmó.
Según la prensa ecuatoriana, el conflicto entre el presidente y su vice todavía no se calmó, y se estima que la estadía de Abad en Israel podría extenderse por un plazo indefinido.
En el último día de enero, poco después de haber brindado la entrevista que El Universo publicó ya en febrero, la cancillería de Quito informó que le pidió a la vicepresidenta que se «abstenga de pronunciamientos públicos» no autorizados sobre temas de política exterior.
Polémica por puestos de trabajo en Israel
La cadena CNN recordó que, de nuevo en enero, Abad había asegurado en su cuenta en X, la red social antes conocida como Twitter, que consiguió 25.000 puestos de trabajo para ecuatorianos en Israel, donde la guerra generó escasez de mano de obra.
En respuesta, la ministra de Exteriores, Gabriela Sommerfeld, rechazó la versión de Abad y afirmó que los empleos se habían concretado en diciembre, antes de la llegada de la vicepresidenta y por gestión de la cancillería.
Al parecer, las diferencias políticas e ideológicas entre Noboa y Abad siguen firmes y el país sudamericano contará por un tiempo más con una vicepresidenta como embajadora y «representante para la paz» en Israel.