Una colección de aguas termales nombradas el Talmud, los restos preservados de un Hamam, un baño turco del siglo XVIII, y algunos entre los más bellos mosaicos de antiguas sinagogas en Israel: todo eso convive en el Parque Nacional Hamat Tiberias, en el norte del país
Nuestro fotógrafo, el artista argentino-israelí León Szajman, documentó los costados más atractivos del parque en una reciente expedición, y algunas de esas imágenes acompañan este artículo.
Para comenzar, los diecisiete manantiales de aguas termales se conocen desde la antigüedad por sus propiedades curativas. Según el Talmud de Jerusalén, una aldea, distinta de Tiberíades, se erigió alguna vez en ese lugar.
La posibilidad de que allí existiera una localidad independiente tiene sentido, ya que se trataba de un sitio especialmente popular en los períodos romano y bizantino gracias a sus aguas termales que, se afirman, tienen poderes curativos.
«El Talmud se refirió a él varias veces, sugiriendo que su agua se hervía al vapor en las puertas del infierno«, afirma el guía turístico y experto en arqueología Danny Herman.
En su sitio de internet, Herman recuerda que, hasta ahora solamente se expuso «una pequeña sección de los baños de la época romana, pero en la década de 1960 se descubrió una antigua sinagoga junto a la casa de baños».
Según explica la Autoridad de la Naturaleza y Parques de Israel, la sinagoga, ubicada dentro del recinto de la antigua Hammat Tverya, cerca de la muralla sur y la puerta de la ciudad, pasó por tres etapas.
La primera se construyó alrededor del año 230 de la era cristiana, sobre los restos de un edificio público anterior.
Aparentemente destruida en el siglo III, solamente queda una pequeña pieza de mosaico de la primera sinagoga.
La segunda, por su lado, existió en los siglos III y IV de la era cristiana y es la que dejó «un glorioso piso de mosaico, uno de los primeros descubiertos en las sinagogas de Israel», señalan los expertos de la autoridad de parques nacionales.
Sorprendentemente, los mosaicos muestran diseños fuertemente relacionados con el zodíaco e incluyen letras griegas, entre otros elementos que, al parecer, no tienen mucho que ver con la religión judía.
En la descripción de la autoridad de parques nacionales se recuerda que existen otras sinagogas antiguas en Israel con decoraciones relacionadas con signos del horóscopo.
«Todo esto podría indicar», señalan, que en aquella época «el judaísmo se sentía lo suficientemente seguro y no temía que tales expresiones pudieran amenazar su estatus».
Esta segunda variación de la sinagoga habría sido destruída a principios del siglo V, y en su lugar se construyó una estructura más grande que contenía una sala semicircular para la oración.
Este templo funcionó hasta el siglo XI con ligeros cambios.
Por su parte, el Hamam fue construido en 1780, en el período de Ahmad Pasha al-Jazzar, gobernante del distrito de Damasco.
El edificio de los baños turcos fue reconstruido y, según aseguran desde la autoridad de parques nacionales, «visitarlo es una experiencia única», en especial teniendo en cuenta que la sala tiene aire acondicionado y hay un museo que documenta las costumbres de los usuarios del Hamam de la época.
Para reservar una visita al parque, simplemente hay que completar un formulario en la página de la Autoridad de la Naturaleza y Parques de Israel, haciendo click aquí.