Orenstein, que había nacido en 1923 en el seno de una familia judía en Polonia, fue llevado por los nazis al campo de prisioneros de Budzyn junto con sus hermanos en 1944, después de que sus padres y su hermana fueron fusilados
Allí tuvo que apelar a su ingenio para sobrevivir a una muerte segura. Cuando los encargados del campo convocaron por los altavoces a todos los matemáticos e ingenieros en las barracas de prisioneros, no dudó en presentarse.
Había un problema: Orenstein no era matemático ni ingeniero.
Por fortuna, los problemas que los nazis necesitaban resolver para un programa de desarrollo de armamentos eran relativamente fáciles, lo que le permitió mantenerse con vida junto a dos de sus tres hermanos.
Transformers creator and poker champion Henry Orenstein dead at 98 https://t.co/bGa3cnlAE2 pic.twitter.com/hi1immX3xz
— New York Post (@nypost) December 15, 2021
Tras el final de la guerra partió hacia Estados Unidos, adonde fundó una fábrica de juguetes en los años ’50. De allí saldría una popular muñeca (Betty the Beautiful Bride) que lo consolidó económicamente y, después de tres décadas, una idea que revolucionó el mercado.
En efecto, el sobreviviente del campo de prisioneros introdujo en los ’80 una desconocida línea de personajes japoneses que parecía demasiado extravagante para el mercado norteamericano: unos automóviles que se convierten en robots.
Para cuando captó esa línea, la fábrica de Orenstein estaba en bancarrota, por lo que debió venderle la idea al gigante Hasbro, que desde entonces controla la producción de Transformers, un suceso permanente en las jugueterías, la televisión y el cine.
Finalmente, el inmigrante polaco se dedicó a la práctica profesional del póker, un ambiente en el que se convirtió en una celebridad gracias a los torneos televisados.
Conocido también por invertir parte de su fortuna en proyectos en favor de Israel y de causas judías, Orenstein falleció el 14 de diciembre en la localidad de Livingston, en Nueva Jersey, en el este de los Estados Unidos.