Según explica un artículo del blog de los investigadores de la Biblioteca Nacional de Israel (BNI), los dos triángulos cruzados que forman la estrella de David «aparecieron hace miles de años en culturas de Oriente», donde se «utilizan hasta el día de hoy».
«En el pasado, lo que hoy conocemos como la estrella de David era un símbolo popular en las tradiciones paganas, así como un elemento decorativo utilizado en las iglesias del Siglo I e incluso en la cultura musulmana», precisó la autora del artículo, Sharon Cohen.
Eso no quiere decir que no esté asociado con los judíos desde la antigüedad. De hecho, «Magen David» (es decir, escudo de David, el nombre hebreo de la estrella), es un concepto mencionado por primera vez en el Talmud de Babilonia, pero no como un símbolo, sino como una metáfora de Dios.
Otro vínculo con el concepto de escudo «es una leyenda judía según la cual el emblema decoraba los escudos del ejército del rey David», señala Cohen.
«Es más -continua-, incluso Rabi Akiva eligió la Estrella de David como símbolo de la revuelta de Bar-Kojba contra el emperador romano Adriano», y es de destacar que el nombre Bar-Kojba significa «hijo de la estrella».
El artículo apunta que el Magen David «se convirtió en un símbolo claramente judío a mediados del siglo XIV, cuando el emperador Carlos IV del Sacro Imperio Romano Germánico les otorgó a los judíos de Praga el derecho a portar una bandera«. Y ellos eligieron la estrella de seis puntas.
El movimiento sionista también adoptó el Magen David
El autor Gideon Riveni, en su libro «Consumer Culture and the Making of Modern Jewish Identity», cita al filósofo e historiador alemán-israelí Gershom Scholem para afirmar que la estrella fue ganando espacio porque los judíos querían contar con un símbolo potente que los identificara, así como la cruz lo hacia con los cristianos.
Más allá del episodio de Praga, Riveni señala -siempre basándose en los escritos de Scholem- que el uso de la estrella de seis puntas como símbolo judío masivo se remonta al Siglo XIX, y destaca que, en 1822 el Magen David fue utilizado en el escudo de armas de la familia Rothschild.
Para el Siglo XX, coinciden varios historiadores, la Estrella de David ya era un símbolo claramente judío, muy utilizado en las tumbas de los soldados de religión hebrea caídos durante la Primera Guerra Mundial.
A esa altura, la relación del emblema con el judaísmo y la tierra de Israel había recibido un impulso definitivo cuando fue elegido como insignia del Movimiento Sionista.
«De acuerdo con Scholem -escribe Riveni-, es precisamente a causa de la inequívoca historia de la estrella de seis puntas como símbolo judío que el primer congreso sionista, de 1897, eligió ese pictograma para el nuevo movimiento con aspiraciones nacionales».
En paralelo a su relación con el judaísmo y con Israel, la estrella «se ha utilizado en la India durante miles de años y se puede encontrar en templos antiguos y en el uso diario», recuerda Cohen.
«El poder de un símbolo está en el significado que le damos»
Por otro lado, «en el budismo se utiliza como ayuda en la meditación para lograr una sensación de paz y armonía, y en el hinduismo es un símbolo de la diosa Lakshmi, la diosa de la fortuna y la abundancia material», añade la investigadora de la BNI.
No hay que olvidarse tampoco de la importante relación de la estrella de seis puntas con el Islam, que presenta al hexagrama como el «Sello de Salomón», que adorna muchas mezquitas de todo el mundo.
Cohen apunta además que, «hasta 1945, el emblema también se encontraba en la bandera marroquí«, que se cambió a la estrella de cinco puntas (pentagrama), «cuando la de seis puntas se convirtió en el emblema del movimiento sionista».
En la actualidad, y a pesar de su uso en otras culturas, «la estrella de David está estampada en la bandera y, por lo tanto, se considera el símbolo indiscutible del estado de Israel, independientemente de su origen», afirma Cohen.
Y completa: «el poder de un símbolo, después de todo, está en el significado que le damos».