En vísperas de un nuevo aniversario de la muerte de Golda Meir, se difundió una rara fotografía que ilustra cómo miles de judíos soviéticos pusieron en riesgo su seguridad con un solo objetivo: ver de cerca a la legendaria líder israelí en Moscú.
Meir se encontraba en la capital soviética en sus funciones de primera embajadora del flamante estado de Israel. Y el 10 de setiembre de 1948 en su agenda figuraba una actividad que, en aquellos tiempos de persecución religiosa, involucraba serios riesgos.
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Ese día, pocas horas después de haber presentado sus cartas credenciales como representante diplomática de Israel, Meir visitó la sinagoga Coral, una de las más grandes e importantes de Rusia.
Se trató, señalan los reportes de la época, de una primera visita tranquila, sin sobresaltos, a pesar de que las autoridades soviéticas prohibían enfáticamente cualquier actividad religiosa, por considerarla contraria a los valores comunistas.
Sin embargo, «la noticia de que la representante del estado judío recién establecido estaba en la capital soviética se extendió como un reguero de pólvora entre los judíos de Moscú», señaló el diario Israel Hayom al recordar el episodio.
Durante su siguiente visita, dos semanas más tarde, «multitudes judías la estaban esperando, ya que la noticia de su esperada llegada se había extendido de boca en boca», añadió el reporte.
«Gracias por seguir siendo judíos» en la URSS
En el Rosh Hashaná del 5709 (el 4 de octubre de 1948), decenas de miles de judíos acudieron al templo, a pesar de la prohibición. «Inundaron las calles alrededor de la sinagoga, con la esperanza de ver a Meir», nacida en Kiev en 1898 y la mujer de más alto rango en el nuevo estado.
La nota de Israel Hayom señala que, abrumada por la recepción, Golda solamente atinó a decirle a la multitud: «gracias por seguir siendo judíos».
Años más tarde, Golda compartió detalles de aquella experiencia. Cuando llegaron al lugar, rememoró, «no podíamos reconocer» la sinagoga ya que «la calle estaba llena de gente».
![Golda Meir en Moscú](https://www.israeleconomico.com/wp-content/uploads/2024/12/GOLDA-MEIR-EN-MOSCU-2.jpg)
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![Golda Meir en Moscú sinagoga](https://www.israeleconomico.com/wp-content/uploads/2024/12/GOLDA-MEIR-EN-MOSCU-1-sinagoga-Coral.jpg)
Había «representantes de todas las generaciones: oficiales del Ejército Rojo, ancianos, jóvenes, bebés en brazos de sus padres». Golda Meir admitió que, «al principio, ni siquiera me di cuenta de lo que estaba pasando y quiénes eran».
Pero luego «entendí a que habían venido», se trataba de «judíos valientes» que se acercaron para «mostrarnos su pertenencia y a celebrar con nosotros el establecimiento del estado de Israel».
Esos «judíos valientes», precisó la histórica líder israelí, «me rodearon, casi me aplastaron, casi me levantaron sobre sus hombros, llamándome repetidamente por mi nombre».
La mirada de un joven de 18 años
Golda falleció el 8 de diciembre de 1978 en Jerusalén. En el 2024, la organización Nativ, creada para gestionar las relaciones entre Israel y los judíos de los países del este europeo, divulgó la fotografía en la que se ve a Meir rodeada de esos judíos que desafiaron la represión soviética.
Israel Hayom apuntó que la imagen fue tomada por David Khabkin, un joven judío de Moscú de apenas 18 años. «Más tarde, los servicios de seguridad soviéticos hostigaron a Khabkin por sus actividades sionistas, y en 1957 fue condenado a tres años de prisión», se lee en el reportaje.
A pesar de todo, Khabkin logró conservar las fotografías y en 1969, el año en que Golda Meir se convirtió en primera ministra, pudo emigrar a Israel.
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En ocasión de la difusión de la foto, Alon Shoham, el jefe de Nativ, afirmó que la visita de Golda Meir a la sinagoga de Moscú «no fue necesariamente un gesto religioso, sino que demostró la solidaridad de Israel con los judíos soviéticos».
Shoham, nacido en 1965 en Riga, en la Letonia que era todavía parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), llegó a Israel con sus padres en 1971, como parte de la emigración a cuentagotas que permitía el gobierno de Moscú. Una emigración de «judíos valientes».