Investigadores de la Universidad de Tel Aviv completaron un estudio que, afirman, tiene todos los argumentos para derribar lo que describieron como «un mito» de la historia judía: el sitio de la fortaleza de Masada por los romanos no duró tres años sino unas pocas semanas.
Los científicos del Instituto de Arqueología de la universidad israelí utilizaron una variedad de tecnologías modernas, incluidos drones, teledetección y modelado digital 3D, para generar el primer análisis objetivo y cuantificado del sistema de asedio romano en Masada.
También le puede interesar: "Soy Yehoezer, de Jerusalén": impactante descubrimiento arqueológico en Israel
En un comunicado, la universidad dijo que, según los hallazgos y «contrariamente al mito generalizado», el asedio del ejército romano a Masada en el año 73 de la era cristiana «no duró más que unas pocas semanas».
La investigación -liderada por los doctores Guy Stiebel y Hai Ashkenazi, junto a los estudiantes de doctorado Boaz Gross y Omer Ze’evi-Berger- es parte de una «extensa» expedición que usa herramientas avanzadas y «plantea nuevas preguntas» para una comprensión actualizada «de lo que realmente sucedió en Masada», señalaron desde Tel Aviv.
Stiebel recordó que estuvo también al frente, en el 2017, de una expedición que renovó las excavaciones en Masada, «un sitio mundialmente famoso, explorado ampliamente desde principios del siglo XIX y durante todo el siglo XX».
Masada, o Metzadá, en hebreo, ubicada en la zona oriental del desierto de Judea, es el lugar conocido por haber sido escenario de uno de los episodios más recordados de la historia judía.
Un mensaje político para las generaciones
Durante la primera guerra judeo-romana (o Gran Revuelta Judía), un grupo de guerreros judíos rebeldes, incluyendo a sus familias, se atrincheró en la fortaleza. Una vez que quedó claro que no podían resistir más tiempo el asedio romano, decidieron quitarse la vida.
Así fue que, al entrar, las tropas del imperio romano encontraron solamente los cuerpos sin vida y todas las estructuras incendiadas excepto los almacenes de víveres, para demostrar que se trataba de un acto voluntario, no de desesperación.
Para seguir leyendo: Exhiben por primera vez a las ninfas y diosas de Ashkelon
Desde entonces, el asedio de Masada y la valiente decisión de los rebeldes se encuentran en el centro del nacionalismo judío. Actualmente los restos de la fortaleza forman parte de un parque nacional asiduamente visitado por israelíes y turistas.
Impulsados por la curiosidad científica, los investigadores de la Universidad de Tel Aviv pusieron manos a la obra para comprender mejor los detalles de aquel episodio histórico.
Preguntas y herramientas nuevas
La expedición, señaló Stiebel, «plantea varias preguntas nuevas e implementa muchas herramientas de investigación novedosas que no estaban disponibles para las generaciones anteriores de arqueólogos».
De esta manera, continuó, «pretendemos obtener nuevos conocimientos sobre lo que realmente ocurrió allí antes, durante y después de la Gran Revuelta Judía». Y «como parte de este amplio proyecto, dedicamos mucha atención académica al entorno del lugar».
Los arqueólogos usaron drones, teledetección y fotografía aérea para recopilar datos precisos de alta resolución de Masada y sus alrededores, con especial énfasis en tres aspectos: los sistemas de agua, los senderos que conducen hacia y desde la fortaleza y el sistema de asedio romano.
Luego, la información recopilada se utilizó para construir modelos digitales en 3D que proporcioron «una imagen clara y precisa de los terrenos relevantes», dijo el investigador.
Para este estudio, cuyos resultados fueron publicados en la revista Journal of Roman Archaeology, se enfocaron en los mecanismos del cerco militar, que, gracias a su ubicación remota y al clima desértico, «es el sistema de asedio romano mejor conservado del mundo».
Stiebel dijo que la teoría predominante durante muchos años, y que se convirtió en «un mito moderno», afirmaba que el asedio de Masada «fue una dura batalla de tres años».
También le puede interesar: Encuentran piedras que habrían sido usadas para construir la antigua Jerusalén
Sin embargo, remarcó, «en las últimas décadas los investigadores empezaron a cuestionar esa noción, por diversas razones», una tendencia que se buscó corroborar in situ «con tecnologías modernas que permiten mediciones objetivas precisas», apuntó el arqueólogo.
Las habilidades del soldado romano
Ashkenazi, por su parte, indicó que actualmente se dispone de estimaciones fiables de la cantidad de tierra y piedras que un soldado romano era capaz de mover en un día en aquella época.
«También sabemos -dijo- que en el asedio de Masada participaron entre 6.000 y 8.000 soldados, por lo que pudimos calcular objetivamente cuánto tiempo les llevó construir todo el sistema de asedio: ocho campamentos y un muro de piedra».
En base a esas estimaciones, y a los nuevos cálculos, los expertos aseguran que la construcción del sistema del sitio sobre Masada duró solamente dos semanas.
El romano, un imperio como cualquier otro
«Según los testimonios históricos antiguos, una vez terminada la rampa de asalto, los romanos lanzaron un ataque brutal, que acabó por capturar la fortaleza en unas pocas semanas, como máximo», siguió Ashkenazi.
Todo eso, agregó, «nos lleva a la conclusión de que el asedio de Masada no duró más que varias semanas».
«Como hicieron los imperios a lo largo de la historia, los romanos llegaron, vieron y conquistaron, reprimiendo rápida y brutalmente el levantamiento en este lugar remoto» en la tierra de Israel, aportó Stiebel.
De todas maneras, el experto subrayó: «nuestra conclusión no quita importancia a este acontecimiento histórico y aún quedan muchas preguntas desconcertantes por investigar».
«Por ejemplo: ¿Por qué los romanos pusieron tanto esfuerzo en apoderarse de esta fortaleza remota y aparentemente sin importancia?«, se preguntó Stiebel.