Arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI) encontraron en una cueva de muy difícil acceso, en la zona de Ein Gedi, un pequeño arsenal de varias espadas, escondidas allí probablemente por combatientes de la rebelión judía contra los romanos.
Las armas fueron descubiertas en una pequeña cueva escondida situada en una zona de acantilados aislados e inaccesibles al norte de Ein Gedi, en la Reserva Natural del Desierto de Judea, que se encuentra bajo la jurisdicción de la Autoridad de Parques Nacionales.
Hace cincuenta años, allí se encontró una estalactita con una inscripción fragmentaria en tinta y en la escritura hebrea antigua característica del período del Primer Templo.
Recientemente, un equipo de la AAI se había trasladado hasta el lugar para fotografiar el mensaje paleohebreo en la estalactita con una cámara multiespectral capaz de descifrar partes adicionales de la inscripción que no son perceptibles a simple vista.
Todo comenzó con un pilum
Pero grande fue la sorpresa cuando, al encontrarse en el nivel superior de la cueva, uno de los miembros del equipo vio un pilum romano -una especie de lanza o jabalina de dos metros- extremadamente bien conservado y escondida en una grieta profunda y estrecha.
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Sin embargo, todavía había lugar para el asombro, ya que durante una nueva expedición, los arqueólogos hallaron no una, sino cuatro espadas romanas entre las grietas de la cueva.
Las espadas, con mangos bien diseñados en madera o metal, estaban excepcionalmente bien conservadas y tres de ellas con la hoja de hierro dentro de sus vainas.
Según explicaron desde la AAI, la longitud de las hojas de tres de las espadas es de 60 a 65 centímetros, una dimensión correspondiente a las armas romanas conocidas como spatha, mientras que la cuarta, de 45 centímetros, tiene un característico mango con forma de anillo.
Después de ser retiradas cuidadosamente de la grieta de la roca por los arqueólogos, las armas fueron trasladadas a los laboratorios climatizados de la AAI para su preservación y conservación.
Las armas tradicionales de los soldados romanos
Un examen inicial del conjunto confirmó que se trata de espadas estándar empleadas por los soldados romanos estacionados en Judea en la época del dominio de la antigua potencia europea, señalaron los expertos.
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«El ocultamiento de las espadas y el pilum en profundas grietas en una cueva aislada da a entender que fueron tomadas como botín de soldados romanos o del campo de batalla, y que los rebeldes las escondieron deliberadamente para reutilizarlas», dijo el doctor Eitan Klein, uno de los directores del Proyecto de Estudio del Desierto de Judea.
«Obviamente, los rebeldes no querían ser atrapados por las autoridades romanas portando estas armas», añadió.
Klein comentó que «apenas estamos comenzando la investigación sobre la cueva y el alijo de armas descubierto en ella, con el objetivo de intentar descubrir quién era el propietario de las espadas, dónde, cuándo y quién las fabricó».
Además, agregó, «intentaremos identificar el evento histórico que llevó al almacenamiento de estas armas en la cueva y determinar si fue en el momento de la rebelión judía de Bar Kojba«, hacia 132-135 de la era cristiana.