Arqueólogos israelíes descubrieron un Jerusalén un mikve (baño ritual judío) del siglo I de la era cristiana, la época en que fue destruido el Segundo Templo, y que, al parecer, pertenecía a una familia rica de la ciudad
El baño ritual se encontró dentro de una villa privada, excavada en la roca y con un techo abovedado con fina mampostería típica del período herodiano, señalaron desde el equipo de exploradores del Instituto de Arqueología de la Universidad Hebrea de Jerusalén.
La villa estaba ubicada en un acantilado en la «Ciudad Alta», un término acuñado por el historiador Flavio Josefo para describir el área de la Ciudad de Herodes que albergaba a las élites de Jerusalén.
Cerca de la misma villa se descubrió una cisterna de yeso que -según los arqueólogos- estuvo en uso hasta la destrucción del Segundo Templo por los romanos en el año 70 de la era cristiana y que contenía los restos de casi cuarenta ollas, algunas aún intactas.
«Durante el período herodiano, el área en cuestión era el hogar de los residentes más ricos de la ciudad», explicó Michal Haber, una de las encargadas de los trabajos, junto a Oren Gutfeld.
Los hallazgos «proporcionan prueba de una presencia judía continua en Jerusalén durante milenios»
«Si bien se han desenterrado varios otros baños rituales en el área -continuó Haber-, la importancia de este descubrimiento en particular se debe a su sorprendente proximidad al Monte del Templo».
Eso «plantea la pregunta de quién vivió en esta gran villa en la víspera de la destrucción de la ciudad», dijo la experta, según la cual «bien pudo haber sido una familia sacerdotal».
Las excavaciones desenterraron otros artefactos que abarcan los períodos del Segundo Templo, romano-bizantino y otomano, incluida una red de estanques y canales.
Entre esos hallazgos se encuentra una sección de la fase del período otomano del «Acueducto inferior» que transportaba agua desde las piscinas de Salomón cerca de Belén hasta el Monte del Templo en Jerusalén durante el período del Segundo Templo.
También un estanque industrial construido por soldados de la Décima Legión, que estaban estacionados en Jerusalén después del establecimiento de la colonia romana de «Aelia Capitolina» en el 130 de la era cristiana.
El estanque se encuentra sobre los restos de un horno romano anterior, también instalado por soldados de la Legión.
El fondo contiene una capa de ladrillos de teja, uno de los cuales estaba estampado con las letras «LXF», en alusión a «Legio X Fretensis», el nombre completo de la legión.
El mikve cuenta con un techo abovedado con fina mampostería típica del período herodiano
Pero eso no es todo: los expertos encontraron un fragmento de una lámpara de aceite de cerámica del período bizantino tardío, con una inscripción en griego que recita «La luz de Cristo brilla para todos».
Esta frase, explicaron desde la Universidad de Jerusalén, puede tener su origen en la ceremonia del Fuego Sagrado, parte de las celebraciones ortodoxas de Pascua en la Iglesia del Santo Sepulcro.
Tales lámparas de aceite, que datan principalmente de los siglos VI y VII de la era cristiana, pueden haber sido compradas por peregrinos cristianos que acudían en masa a la ciudad bizantina, en ese entonces conocida como «Hierosolyma», apuntaron los arqueólogos.
«Estos raros hallazgos son realmente emocionantes» y «proporcionan prueba de una presencia judía continua en Jerusalén durante milenios», señaló Zeev Elkin, el ministro de Construcción y Vivienda de Israel.
Elkin, quien también se desempeña como ministro de Asuntos de Jerusalén, aseguró que Israel «seguirá preservando y desarrollando el rico pasado judío de Jerusalén, al tiempo que transforma la capital en una ciudad moderna e innovadora».
Un mikve de la misma época, hace unos 2.000 años, fue hallado en octubre del 2020 en el norte de Israel, en la Galilea, durante los trabajos para la construcción de pilares para un nuevo puente.