Era joven, guapo y tenía una profesión glamorosa: Avshalom Feinberg, mítico miembro de la red de espionaje Nili, tuvo tiempo, en sus apenas veintisiete años de vida, de cumplir arriesgadas misiones, y de escribir algunas de las más apasionadas cartas de amor.
Las cartas fueron motivo de un atrapante artículo en los blogs de la Biblioteca Nacional de Israel (BNI), donde la escritora Miryam Zakheim buscó dilucidar el misterio de una de ellas, la famosa misiva conocida como la de los «Mil besos».
Avshalom nació el 23 de octubre de 1889 en Gedera, en el centro de Israel, en aquel momento bajo control del imperio otomano.
Provenía de una familia de personalidades, incluyendo a su padre, Israel «Lolik» Feinberg, uno de los fundadores de la ciudad de Tel Aviv.
Sus padres, Fanny Belkind y «Lolik» Feinberg, lo enviaron a estudiar a París, de donde regresó a la Tierra de Israel para trabajar junto al agrónomo y botánico Aaron Aaronsohn, quien resultaría una figura fundamental en su vida.
Es que Aaronsohn fue uno de los fundadores del Nili (la sigla de Netzá Israel Lo Ieshaker), una red judía de inteligencia que trabajaba junto a los británicos para socavar el poder otomano en la región, con la mira puesta en un futuro con la creación del estado de Israel.
«Tuyo, Avshalom»
Además de Avshalom, del Nili formaron parte también las hermanas de Aaronsohn, Sarah y Rikva, con quienes Feinberg intercambió algunas de estas famosas cartas.
Rivka, cuenta el artículo de Zakheim, era la «novia oficial» de Avshalom, pero también Sarah era destinataria de las misivas del joven espía.
«Las cartas de Avshalom a Sarah y Rivka están llenas de emoción y varias descripciones floridas -se lee en el blog de la BNI-. De vez en cuando escribía a las dos hermanas juntas, usando términos cariñosos como ‘mis chicas’ y ‘mis queridas’, pero también mantenía una correspondencia separada y mucho más íntima con cada una».
Esos mensajes escritos arrancaban con un «Para mi Sarah» o «A mi Rivka», y se cerraban con «Tuyo, Avshalom».
Sin embargo, «a pesar de que Avshalom no escatimó besos en las cartas que escribió a las hermanas», la famosa misiva de los «mil besos» -asegura la investigación- «no pudo haber sido escrita para ninguna de las dos».
A través del texto manuscrito, Feinberg le dedica a su amada «una lluvia de besos» en su «blanca frente» y le promete «alisar con mis labios tus pestañas y párpados».
El poema se convertiría también en una de las baladas románticas más famosas de Israel
«Y luego -le pide- tienes que juntar tus labios rosados en mi boca, e inhalar e inhalar y respirar un beso hasta que te quedes sin fuerzas».
Esta carta es tan conocida en el país que hasta el «rey del pop israelí», Tzvika Pik, compuso (junto a Mirit Shem-Or) una no menos famosa canción con ese título, «Elef Neshikot», que grabaría en 1985 el cantante Yehoram Gaon.
«Elef Neshikot», basada en el texto de Feinberg, sigue siendo considerada una de las mejores baladas románticas de la historia de la música israelí moderna.
Volviendo al poema original, Zakheim recuerda que las hermanas Aaronsohn quedan «descalificadas» en esta carrera al corazón de Avshalom debido a una simple «discrepancia en las fechas».
Es que la carta está fechada el 18 de octubre de 1910 y Feinberg solo conocería a las hermanas más tarde. La fuente de la confusión, añade, posiblemente se debe a se encontró entre documentos pertenecientes a la familia de Sarah y Rivka, y hoy está en el Museo Beit Aaronsohn-Nili.
Al parecer, una posible clave está en el pasado parisino del joven nacido en Gedera que buscó escribir las más apasionadas cartas de amor.
En la capital francesa, Avhsalom conoció a través de una tía al matrimonio de Jacques y Raïssa Maritain, y estableció con ellos una fuerte relación.
Son varias las mujeres que pudieron haber sido la destinataria de los «mil besos»
Pero la relación con Raïssa se convertiría pronto en un romance, relata el artículo de la BNI, que apunta que la «sensibilidad» de la mujer de París «encontró eco en el corazón de este joven idealista y tan diferente a su esposo, tan serio».
Los rumores y chismes sobre su «amor parisino» prohibido siguieron a Avshalom a su regreso a la Tierras de Israel. «A pesar de ello, siguió manteniendo correspondencia con Jacques», en francés y en idish.
¿Es posible que le escribiera la carta a Raïssa pero nunca la envió?, se pregunta la escritora. Las fechas, se responde, «encajan, al igual que el contexto: el amor no correspondido y la gran distancia que los separaba, impidiendo que los besos metafóricos de Avshalom la alcanzaran».
Hay todavía más candidatas, ya que el joven espía era evidentemente un galán hecho y derecho y posiblemente un rompecorazones:
– Miriam Kavshana, «una chica joven y un sionista ardiente» llegada desde Polonia que trabajaba como enfermera en un hospital en Yafo y que habría atendido a Avshalom. Su familia conservó un poema que encontró entre sus papeles, escrito por Feinberg y dedicado a una «Miriam».
– Segula Beckman Razili, una amiga de la hermana menor de Avshalom, Tsila. En un museo de historia local en Hadera, cerca de Haifa, hay otra carta que Feinberg le escribió a Segula, así como un sobre dirigido a ella con su propia letra.
«¿Contuvo alguna vez el sobre la famosa balada? Ahora está vacío y la dirección en el reverso no sugiere su contenido anterior», señala Zakheim.
«Un joven judío cuyo corazón rebosaba de sentimientos de amor»
Apropiadamente, parece ser que la identidad de la destinataria de la carta (que se encuentra en el Museo Beit Aaronsohn-Nili) seguirá siendo un misterio.
In the body of first Israeli spy lived the soul of a poet.
— Eli Dror (@edrormba) November 4, 2020
The amazing story of the life and death of Avshalom Feinberg known as Abasha by his family is material for movie or TV series. He fought to end Turkish rule and establish Jewish state in #Israel with British help. pic.twitter.com/FVBJhUSlkr
La investigadora concluye que «la imagen que surge de la referencia cruzada» de estos relatos «con lo que sabemos del papel de Avshalom en la historia sionista es la de un joven judío cuyo corazón rebosaba de sentimientos de amor«.
«Amor por su gente, por su país, por su familia. Y sí, también por las chicas y mujeres que conoció en su vida», completa.
El amor por su tierra es indiscutible. En 1915, cuando ya había estallado la Primera Guerra Mundial, Avshalom aceptó cumplir una peligrosa misión: viajar a Egipto para ponerse en contacto con oficiales de la Inteligencia Naval británica.
Dos años después volvió al país vecino, pero esa vez a pie. A su regreso, según lo que se pudo reconstruir del episodio, habría sido emboscado por un grupo de beduinos en el Sinai y muerto el 20 de enero de 1917.
Si la historia del poema de los «mil besos» es un conmovedor tributo a su personalidad, también lo es un descubrimiento que hicieron las fuerzas israelíes cuando llegaron al lugar de su muerte durante la Guerra de los Seis Días, en 1967.
Allí donde pereció Avshalom había una palmera. Que creció de las semillas de dátiles que Feinberg llevaba en sus bolsillos al momento de morir.