Todavía hoy «sigue siendo uno de los miembros más olvidados de la generación de los fundadores» del país, reconocen los historiadores. Pero existió y fue un personaje clave de la guerra revolucionaria, el patriota judío que salvó la independencia de Estados Unidos.
Una leyenda de la época asegura incluso que el propio George Washington interrumpió un servicio de Iom Kipur en la sinagoga de Filadelfia a la que concurría Haym Salomon, solo para rogarle que le consiguiera dinero para costear los gastos de sus tropas.
Héroes de la Guerra Revolucionaria estadounidense como Washington, Benjamin Franklin, John Hancock y Thomas Jefferson son obviamente muy conocidos en Estados Unidos.
«Sin embargo, la mayoría de los judíos estadounidenses nunca ha oído hablar» de Salomon, el primer correligionario héroe nacional del país norteamericano, lamentó el rabino Menachem Levine en un artículo en el portal israelí Arutz Sheva.
Haym nació en la ciudad polaca de Leszno el 7 de abril de 1740 en el seno de una familia sefaradí de origen español y portugués. Sus antepasados habían emigrado a Polonia buscando refugio después de la Inquisición.
Pero Polonia también era tierra de antisemitismo y pogroms, por lo que Haym y parte de su familia terminaron moviéndose a Holanda. De allí, el joven Salomon partió luego hacia Inglaterra y, finalmente, a Nueva York, aprendiendo en el trayecto el oficio de los números y las finanzas.
«La contribución financiera de Salomon jugó un papel decisivo en el futuro de Estados Unidos»
En Nueva York, Salomon se enamoró de la causa independentista, empujado por sus propias convicciones y por el hecho de haberse casado con Rachel Franks, hermana del coronel Isaac Franks, un distinguido oficial revolucionario, y de Mayer Franks, juez de la Corte Suprema de Pennsylvania.
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In 1776, only a few Jews lived in America. One of them was Haym Salomon, an immigrant from Poland who raised a fortune and lent it to support the war—and was twice imprisoned by Britain. He was never repaid and died in debt. His gravesite bears the words: "An American Patriot." pic.twitter.com/NUjeawBb2K
— Jeff Jacoby (@Jeff_Jacoby) July 4, 2021
En su perfil del patriota judío de Estados Unidos, Levine recuerda que se involucró en la causa revolucionaria a través de la organización clandestina Sons of Liberty, los Hijos de la Libertad.
Los británicos lo arrestaron en 1776 después de acusarlo de espionaje, y en 1778 logró sobornar a un guardia y escapar, para dejar la Nueva York ocupada por las fuerzas coloniales y mudarse a Filadelfia, el centro del movimiento independentista.
Como hablaba el francés con fluidez, Salomon se convirtió en la elección lógica para actuar como agente estadounidense en las negociaciones con los representantes de París, de donde provenía, en forma de préstamos, gran parte de los fondos que financiaban la revolución.
Una vez que la potencia europea entró oficialmente en la guerra contra los británicos, Salomon «se convirtió en el pagador estadounidense de los franceses que sirvieron» en el país, apunta un perfil de James Percoco en el portal del American Battlefield Trust.
Para 1781, pocos años después de la declaración de la Independencia de las trece colonias de 1776, el movimiento revolucionario estaba todavía incompleto, en especial en el terreno militar.
Mantener a las fuerzas estadounidenses abastecidas de armas, alimentos y otros suministros era una tarea muchas veces «desalentadora», señala Levine. En ese año de Salomon comenzó a trabajar con Robert Morris, el recién nombrado Superintendente de Finanzas de las Trece Colonias.
Washington dio una orden simple pero elocuente: «llamen a Haym Salomon»
Se trató de una decisión clave de los independentistas: el duo formado por Morris y Salomon se encargó de apoyar económicamente la revolución y asegurar la independencia del país.
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De hecho, antes de la batalla final de la guerra revolucionaria en Yorktown, «la contribución financiera de Salomon jugó un papel decisivo en el futuro de Estados Unidos», narra el rabino norteamericano.
En agosto de 1781, el ejército continental había acorralado al teniente general Charles Cornwallis en la ciudad costera de Yorktown, en Virginia.
George Washington y el conde de Rochambeau, con su ejército francés, decidieron marchar hasta Yorktown «y dar el golpe final a los británicos», pero había un problema: los cofres de guerra del general estadounidense estaban vacíos, al igual que los del Congreso.
Escribe Levine: «las tropas de Washington estaban a punto de amotinarse, sin alimentos, uniformes o suministros». El jefe revolucionario sacó cuentas y determinó que necesitaba al menos 20.000 dólares de la época para financiar la campaña.
«Cuando Morris le dijo que no había fondos ni crédito disponible, Washington le dio una orden simple pero elocuente: ‘llamen a Haym Salomon'», recuerda el artículo. El patriota judío recaudó ese monto mediante la venta de letras de cambio.
Un obituario lo describió «notable por su habilidad e integridad profesional y su comportamiento generoso y humano»
«Con esa contribución -continua el relato-, Washington llevó a cabo la campaña de Yorktown, que resultó ser la batalla final de la Revolución».
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En un artículo de setiembre del 2017, la revista estadounidense Time calculó que Salomon aportó a la causa revolucionaria, muchas veces con dinero de su propio bolsillo, alrededor de 650.000 dólares de aquellos años: a la cotización de la actualidad, eso representa nada menos que ¡9.400 millones!
A pesar de ese protagonismo, Salomon -conocido también por su labor en favor de la comunidad judía de Filadelfia- murió en la pobreza el 6 de enero de 1785, cuando tenía apenas 44 años de edad, atacado por la tuberculosis.
«Debido al fracaso del gobierno y de los prestamistas privados para pagar la deuda contraída por la guerra», dice Levine, Salomon «se empobreció y su familia quedó en la indigencia después de su fallecimiento».
En vano fueron los reclamos de sus descendientes, quienes enfrentaron a un gobierno «olvidadizo» y numerosos casos de misteriosas pérdidas de papeles que demostraban los préstamos otorgados por Salomon.
Al anunciar su muerte, el diario Independent Gazetteer, de Filadelfia, recordó que el joven financista era «nativo de Polonia y de la nación hebrea».
«Fue notable por su habilidad e integridad profesional y su comportamiento generoso y humano -señaló el diario en el obituario-. Sus restos fueron depositados en el cementerio de la sinagoga de esta ciudad», el Mikveh Israel Cemetery, siempre en la ciudad de Pennsylvania.
Una estatua en Chicago lo recuerda. En el monumento se ve a Washington en el centro, en un apretón de manos con Morris y Salomon, que lo rodean, en un simbólico abrazo que, en su momento, garantizó la independencia de Estados Unidos.