Poco después del fallecimiento de su padre, un arqueólogo israelí decidió que era tiempo de «excavar» en su pasado y el de su familia. Así descubrió la historia del policía italiano que golpeó a la puerta de la casa donde se escondían sus abuelos, y que los salvó de la persecución de los nazis.
Los detalles de aquellos momentos comenzaron a surgir durante los últimos cinco años, después de la muerte del padre de Yaakov Billig, uno de los arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI).
Billig y la AAI compartieron la historia a través de las redes sociales en ocasión del Iom Hashoá que se conmemoró entre el 17 y el 18 de abril de este 2023.
«Mi padre Moshe (Manfred) Billig nació en 1929 en Karlsruhe, Alemania, hijo único», recordó el arqueólogo. Casi nunca hablaba de su infancia durante los años del Holocausto.
Aunque nunca les compartió sus recuerdos, «mi hermano y yo -continuó- le pedíamos que escribiera sus memorias». Recién después de su muerte, «encontramos un cuaderno en el que describía los detalles del calvario que pasó con sus padres entre 1938 y 1944″, indicó.
Gracias al cuaderno se enteró que sus abuelos y su padre lograron escapar de Alemania pocos meses antes del comienzo de la guerra y que vagaron por Europa en busca de un refugio seguro.
Orden de arrestarlos
En 1943, los tres pasaron varios meses en el pequeño pueblo de Navelli, en la región del Abruzzo, en el centro de Italia, con otras dos familias judías.
Según el posteo de la AAI, los pobladores del pueblito italiano «abrieron sus corazones y hogares a los refugiados», aunque «temían constantemente a los alemanes» que llegaban a la Italia bajo el gobierno fascista.
«Un día un policía llamó a su puerta y dijo que tenía órdenes de arrestarlos», sigue el relato en base al cuaderno de Moshe Billig. El policía les dijo que volvería en dos horas, y que esperaba no encontrarlos a su regreso.
La advertencia del policía italiano les salvó la vida, así como las de las otras familias judías del pueblo que huían de los nazis.
«Temerosos de no recibir una advertencia la próxima vez, encontraron refugio en un pueblo aún más remoto», donde «el alcalde local les entregó una tarjeta de identificación falsa y garantizó su seguridad».
Conmovido por las valientes acciones del policía y del alcalde, el arqueólogo se puso en contacto con Yad Vashem, el museo y memorial de Jerusalén que recuerda a las víctimas del Holocausto.
Su objetivo era lograr que aquellos héroes fueran designados como Justos entre las Naciones, el enorme reconocimiento que Israel concede a aquellas personas no judías que arriesgaron sus vidas para ayudar a quienes escapaban de la persecución nazi.
La vida de 450 personas
«Estaba ansioso por ponerme en contacto con sus familias. pero fue difícil por la distancia entre los países y los más de setenta y cinco transcurridos» desde aquellos episodios, contó Yaakov.
Poco después, prosiguió, «tuve la gran suerte» de ser referido al profesor italiano Riccardo Lolli, quien lo ayudó a localizar a las familias «y encontró muchos documentos relacionados con los hechos».
Así fue que pudo ponerse en contacto con la nieta del oficial de policía, quien le envió a Yaakov un documento firmado por varios sobrevivientes después de la guerra «testificando que como resultado de sus acciones, advirtiendo a los judíos y otros refugiados, ¡salvó la vida de 450 personas!».
El arqueólogo israelí destacó que, a pesar de ese «increíble número» de personas a las que salvó de la muerte, el policía permaneció en el anonimato.
Su nieta le explicó que era muy humilde, que «sabía que había hecho lo correcto y no creía que mereciera ninguna recompensa por eso».
Pero Yaakov, señaló el repaso de la AAI, «estaba convencido de que el pueblo judío debía aprender de su valentía y atesorar los recuerdos del policía y el alcalde».
Héroes nacionales
Era hora, enfatizó, de que Italia «los reconozca a ambos» como «héroes nacionales que arriesgaron sus vidas y las de sus familias para salvar a inocentes refugiados sin patria, tanto judíos como no judíos, de los asesinos» del régimen alemán.
Como los describió un diario italiano: uno era «un angelo vestito da poliziotto» («un ángel vestido de policía»), y el otro «il ‘sindaco buono’ che falsificava documenti» («el alcalde bueno que falsificaba documentos de identidad»).
Finalmente, en el 2019, Yad Vashem designó al oficial de policía Mario De Nardis y al alcalde Pancrazio De Lauretis como Justos entre las Naciones.
Una ceremonia oficial se llevó a cabo en marzo del 2022 en la ciudad de L’Aquila, la capital de la región del Abruzzo, y hasta allí viajó Yaakov Billig.
«Es extremadamente difícil describir la emoción de tal experiencia y la inmensa gratitud que les debemos por salvarnos la vida», confesó Yaakov recordando el momento en que conoció a la familia del policía italiano que golpeó la puerta de la casa donde se escondían sus abuelos y su padre y los salvó de los nazis.