A tiempo para Iom Haatzmaut del 2024, la American Friends of the Israel Philharmonic Orchestra (AFIPO) presentó una nueva versión «global» del Hatikva, en la que participaron voces de setenta y dos países, entre ellos Estados Unidos, Argentina, Colombia, México y Canadá.
Desde su concepción, dijeron voceros de la organización estadounidense que apoya el trabajo de la orquesta, el Hatikva Global «celebró el poder de la innovación digital para conectar a personas de todo el mundo a través de la música».
El proyecto arrancó en marzo de este año, cuando la AFIPO pidió a amigos de Israel de todo el mundo que participaran en esta iniciativa enviando grabaciones de ellos mismos cantando el nuevo arreglo del himno creado por Maxwell Karmazyn.
Karmazyn es conocido por su talento y por haber escrito las bandas de sonido de varios éxitos de Hollywood.
La producción del video implicó la creación de una pista de acompañamiento sincronizada con la performance de la orquesta, para que los participantes virtuales entonaran la letra del himno.
Una grabación «accesible»
Según los organizadores, se buscó enfatizar la accesibilidad, ya que la participación en la grabación solo requirió dispositivos básicos, aunque las presentaciones fueron meticulosamente editadas para el video final.
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«A través de generaciones, a través de las distancias, el Hatikva Global unió a amigos de Israel en todo el mundo -dijo Jennifer Hughes, directora ejecutiva de la AFIPO-. Cuando cantamos juntos, sanamos juntos», y «nuestras voces expresan nuestra esperanza compartida de que se avecinan días mejores para un país que amamos».
Además, apuntó Hughes, el proyecto es «otro brillante ejemplo del papel vital que desempeña la Filarmónica de Israel, no sólo como orquesta de talla mundial, sino también como embajadora cultural» del país.
Para poner en marcha la grabación, los organizadores se pusieron en contacto con cientos de personas y grupos comunitarios, como sinagogas, escuelas, coros, centros de pensionados y familias de todo el mundo, incluyendo también a Australia, Alemania, Francia y Japón.
«La diversa participación en esta iniciativa global es un testimonio del lenguaje universal de la música», dijo Karmazyn, quien se declaró «profundamente conmovido por el poder de la música para unirnos».
«Creo que juntos podemos inspirar esperanza y promover la paz en una escala global», completó el compositor.