El gran maestro de ajedrez Garry Kasparov, una socióloga feminista árabe y una profesora estadounidense especialista en células madre son algunas de las personalidades que esta semana recibieron un doctorado honoris causa en Israel.
Los galardones fueron entregados por el Instituto Weizmann para honrar a estos maestros e investigadores y para destacar la excelencia y la resiliencia en tiempos de guerra y conflicto.
La velada estaba en programa para noviembre del año del 2023, pero fue postergada a causa de la conmoción creada por el ataque terrorista de Hamas del 7/10 y la consecuente guerra en la Franja de Gaza.
«Estamos viviendo un momento extremadamente difícil en Israel», dijo el presidente del Instituto Weizmann, el profesor Alon Chen, en la ceremonia de entrega de los doctorados en el campus del Instituto en Rehovot, pocos kilómetros al sur de Tel Aviv.
Después de recordar que la institución cumplió noventa años de existencia, Chen dijo que la ceremonia ofreció «la oportunidad de recordar los valores» del Weizmann: «excelencia, resiliencia, diligencia y compromiso con la ampliación de las fronteras del conocimiento«.
Entre los destinatarios del doctorado honoris causa del Instituto Weizmann de Ciencias para el 2023 figuraron la profesora Sarab Abu-Rabia-Queder, una reconocida socióloga árabe y feminista que se especializa en sociología de la educación y estudios de género en Israel.
Ella es la primera mujer beduina en Israel en recibir un doctorado y es profesora asociada en la Escuela de Educación de la Universidad Ben-Gurion del Negev, donde en el 2021 fue nombrada vicepresidenta de Diversidad e Inclusión.
Empresarios, filántropos y ajedrecistas
Además, se reconoció a la profesora estadounidense Elaine Fuchs, una experta de fama mundial en el terreno de las células madre y la dermatología, al empresario Israel Makov, y el filántropo Charles «Larry» Marks, también de Estados Unidos, de donde llegó la doctora Gladys Monroy, especialista en derecho intelectual.
Pero, probablemente, la figura de más renombre en la ceremonia fue Kasparov, quien dominó el mundo del ajedrez en las últimas dos décadas del siglo pasado. El gran maestro nació en 1963 en la entonces república soviética de Azerbaiyán, de padre judío y madre armenia.
Kasparov pronunció un emotivo discurso al recibir su doctorado honoris causa. «Millones de personas», dijo el ajedrecista, vinieron «a Israel en los últimos setenta y cinco años porque es un estado judío, pero se quedaron porque Israel también es una democracia».
En el comienzo de su mensaje, el ex campeón mundial recordó que nació «en un país donde ‘judío’ era una marca de vergüenza que figuraba en el pasaporte. Mi padre, que era judío, cargó con esa carga mientras crecía en un mundo sin Israel», enfatizó.
Hablando en el campus del Weizmann, Kasparov dijo que es «un honor» recibir el doctorado honoris causa. «Estar aquí en Israel en este momento -completó- es un deber moral».