En una excavación realizada en la reserva natural del arroyo Darageh, sobre el Mar Muerto, arqueólogos israelíes hallaron una caja de madera con un tesoro de quince monedas de plata utilizadas durante el reinado de Antíoco IV, evidencias -afirmaron- de la revuelta macabea.
La caja estaba oculta en la cueva de Murabaat desde hace 2200 años y fue hallada en el marco de las excavaciones realizadas durante el último mes de mayo, señalaron voceros de la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI).
Desde entonces, precisaron, se investigó el tesoro de monedas y ahora será exhibido al público durante Janucá en el Museo de los Hasmoneos en Modiin, en el contexto de la Semana de Patrimonio de Israel.
Entre los numerosos hallazgos de la excavación, la caja de madera torneada, única en su género, fue descubierta en una grieta de la cueva, y se convirtió en otro caso en el que la ciencia confirma relatos bíblicos.
Las monedas, que fueron limpiadas en el laboratorio de hallazgos metálicos de la AAI, resultaron ser un grupo homogéneo de tetradracmas de plata acuñadas por Ptolomeo VI, rey de Egipto.
Ptolomeo VI gobernó en la misma época en que su tío Antíoco IV Epifanes reinaba en el reino griego seléucida, incluida Judea. Las tres primeras monedas del tesoro fueron acuñadas alrededor del 176 antes de la era cristiana y la última moneda databa del 170.
Teniendo en cuenta esa última fecha, el año en el cual el tesoro fue escondido podría coincidir con el comienzo de la revuelta macabea y la guerra declarada contra los decretos de Antíoco Epifanes IV contra la religión judía, o con los hechos que condujeron a la rebelión.
Los Libros de los Macabeos describen los sucesos que habrían llevado a muchos judíos a esconder sus bienes en el desierto de Judea
«Resulta interesante tratar de visualizar a la persona que escapó a la cueva y ocultó aquí sus bienes personales con la intención de volver a recogerlos», señaló el doctor Eitan Klein, quien estudió las monedas junto a la doctora Gabriela Bijovsky, experta en numismática de la AAI.
Esa persona «tal vez murió en las batallas y no volvió a recoger sus posesiones, que esperaron 2.200 años hasta que las recuperamos», añadió Klein, quien caracterizó el hallazgo como «realmente singular».
Según los arqueólogos israelíes, las monedas representan la primera evidencia arqueológica clara de que las cuevas del desierto de Judea desempeñaron un rol activo como escenario de las actividades de los rebeldes judíos, o de los fugitivos, en los primeros días de la rebelión macabea.
«Resulta interesante tratar de visualizar a la persona que escapó a la cueva y ocultó sus bienes con la intención de volver a recogerlos»
Klein recordó que los Libros de los Macabeos describen los dramáticos sucesos de la época que habrían llevado a muchos judíos a esconder sus bienes en el desierto de Judea hasta que pasara el peligro.
Algunas de esas razones, apuntó, podrían ser el saqueo de los tesoros del Gran Templo de Jerusalén por parte de Antíoco IV, y la destrucción de la muralla de la ciudad de Jerusalén, en los años que precedieron a la revuelta hasmonea, o los decretos religiosos impuestos a los judíos en el 167 antes de la era cristiana.
Por ejemplo, el primer Libro de los Macabeos relata que grupos de judíos huyeron a escondites en el desierto debido a los decretos: «Entonces, muchos que buscaban la rectitud y la justicia, descendieron al desierto para morar allí, ellos, sus hijos, sus esposas, y sus ganados, porque los males los agobiaban».
«Muchos los persiguieron y los alcanzaron; acamparon frente a ellos y se prepararon para la batalla contra ellos el día de Shabat… y murieron, con sus mujeres e hijos y el ganado, alrededor de mil personas». (Macabeos I 2:29-37).