La soldado Shulamit Dorchin, caída en 1948 en la batalla de Nitzanim, tenía desde pequeña un sueño, renovar la vida judía en la Tierra de Israel, la misma ambición detrás de los cientos de militares que dieron su vida por el país y que son recordados en este Iom Hazikaron
Oficialmente observado desde 1951 como el Día del Recuerdo de los Caídos en los Conflictos de Israel, la fecha se amplió tiempo después a las Víctimas de Actividades Terroristas. Este año, se observa desde el anochecer del 3 de mayo hasta las últimas horas del día siguiente.
En Iom Hazikaron, el país literalmente se detiene para acompañar de pie el conmovedor sonido de las sirenas, durante un minuto en la primera jornada y otros dos minutos en la segunda.
Los pensamientos se dirigen todos a la memoria de los 24.068 caídos en combate a mayo del 2022 y las 4.216 víctimas mortales de atentados terroristas.
Para simbolizarlos a todos, el vocero de la Biblioteca Nacional de Israel (BNI), Zack Rothbart, eligió recuperar la historia de Shulamit, nacida en Stolin, una pequeña ciudad de Bielorrusia que en aquel entonces formaba parte de la Unión Soviética.
Cuando tenía apenas tres años de edad, los padres de Shulamit la enviaron a estudiar a la escuela hebrea Tarbut, adonde la pequeña comenzó a desarrollar el amor por la tierra de Israel.
Sin embargo, cuando cumplió los 13 años, las autoridades soviéticas apretaron los tornillos de los controles y la represión en la zona y, entre otras cosas, prohibieron las actividades educativas judías.
«Eso no impidió que Shulamit dirigiera esfuerzos clandestinos para continuar con el trabajo de la escuela y ocultara de contrabando el contenido de su biblioteca antes de que las autoridades soviéticas pudieran confiscarlo», apunta Rothbart en su artículo.
Pero las desventuras para la familia Dorchin recién habían empezado en la Unión Soviética. Poco después del cierre de la escuela, fueron enviados a Siberia, donde tuvieron que vivir durante cinco largos años.
Shulamit, que era médica de combate, murió en batalla mientras atendía a dos soldados heridos
«A pesar del trabajo forzado y otras dificultades -relata el experto de la biblioteca-, Shulamit siguió trabajando diligentemente para retener y promover el estudio del hebreo y los valores sionistas».
Finalmente, a los Dorchin se les permitió salir de Siberia, una oportunidad que la familia aprovechó para cumplir -después de un arduo viaje- su sueño de mudarse a Israel, que todavía formaba parte del mandato británico de Palestina.
Rothbart apunta que Shulamit era «una mente brillante en física y matemáticas» y que estudió durante un período en la Universidad Hebrea de Jerusalén antes de «hacer lo que sintió que debía hacer: mudarse a un kibutz», en su caso Nitzanim, en el sureño desierto del Negev.
A esa altura, la joven Dorchin ya se desempeñaba como médica de combate. Y Nitzanim estaba a punto de convertirse en escenario de una terrible batalla contra las fuerzas egipcias.
El 7 de junio de 1948, menos de un mes después de que Israel declarara su independencia, el ejército egipcio bombardeó intensamente Nitzanim. «Shulamit murió en el ataque», a los 22 años, «mientras atendía a dos soldados heridos», señala el reporte del vocero de la biblioteca.
El retrato de Dorchin que acompaña este artículo -y el original de Rothbart- proviene del libro «Shulamit», una colección de imágenes y cartas que compilaron familiares y colegas de la médica de combate, una de cuyas copias se encuentra en la BNI.
Allí se puede leer una de las frases escritas por Shulamit poco antes de morir bajo las bombas de la artillería egipcia: «en verdad, a pesar de todo, a veces una ola de alegría sin fin llena mi corazón: estoy aquí y con mis propias manos puedo hacer lo que estoy haciendo».