Descubierta por casualidad en 1986 después de que saliera a la superficie una parte de su piso de mosaicos, una antigua iglesia bizantina perdida durante siglos en un bosque del centro de Israel mantenía entre sus tesoros un misterioso medallón.
El escenario es el hermoso parque forestal de Shoham, justo en el centro de Israel, donde se esconde un «exuberante y encantador sitio arqueológico» (según lo describen los encargados de mantenerlo), conocido como Khirbet Tinshemet.
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La iglesia bizantina descubierta en el sitio, junto con otros hallazgos, data del siglo VI de la era cristiana. Muchos investigadores la identifican con una iglesia que aparece en el Mapa de Madaba, un plano de mosaico que se encontró en el piso de la iglesia de San Jorge, en Jordania.
El exitante sitio en el bosque en el centro del país fue excavado en 1986 por el profesor Yosef Porat, y luego nuevamente en 1995 bajo la dirección del doctor Uzi Dahari, de la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI).
Fue entonces que se descubrió un medallón de mármol único y raro que representa a Tyche, la diosa griega del destino y de la fortuna, que era considerada la patrona de muchas ciudades de la época.
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El medallón, probablemente tallado entre los años 582 y 583 de la era cristiana, intriga a muchos arqueólogos porque es único dentro del arte bizantino y no hay otros hallazgos similares.
Además, Tyche es una diosa griega perteneciente a la cultura pagana y resultó sorprendente encontrarla en la entrada de una iglesia cristiana.
Una antigua conexión con el cristianismo en desarrollo
Para los expertos de la AAI, la pieza refleja una conexión entre la tradición pagana y el cristianismo en desarrollo, «ofreciendo una visión del mundo cultural de ese período en la Tierra de Israel».
La iglesia, agregan los arqueólogos israelíes, estaba dedicada al mártir cristiano Baco el Santo. Baco, junto a Sergio, fueron durante principios del siglo IV de la era cristiana importantes jefes militares del emperador Maximiano, quien los apreciaba por su valor y coraje.
Según cuentan los anales de la Iglesia, fueron martirizados cuando se descubrió que eran cristianos y más adelante se los declaró santos.
Volviendo a la antigua iglesia bizantina en el bosque, en el centro de la sala principal se encuentra una inscripción que refleja un principio fundamental del cristianismo: «Este lugar pertenece al Señor y al Hijo único».
Allí, además del medallón de Tyche, los arqueólogos encontraron también un conjunto de monedas que, aseguran, «puede enseñarnos sobre la economía y el comercio en la zona durante ese período».
La doctora Hagit Torge, de la AAI, apuntó que las monedas «representan un amplio rango temporal, desde el siglo IV hasta el siglo VIII de la era cristiana».
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Ese rango, añadió, «indica la continuidad del asentamiento y la actividad económica en el sitio durante un largo período, comenzando en el período bizantino y continuando hasta el período islámico temprano».
En un artículo sobre la iglesia, la AAI recordó que en el 2011 se inició una campaña una campaña para preservar el sitio, en cooperación con los residentes locales, y que actualmente el sitio es accesible: una excelente oportunidad para apreciar estos tesoros en el medio de un bosque.