El rarísimo ejemplar del Tanaj conocido como Codex Sassoon, que se vendió en la cifra récord de 38 millones de dólares y se convirtió así en la Biblia más cara de la historia, llegó a su hogar permanente, en Israel.
Tras una muy cuidadosa preparación y un vuelo «premium» en la cabina del piloto de un avión de El Al, el volumen manuscrito, de alrededor de mil años de antigüedad, fue trasladado el jueves de esta semana desde Nueva York hasta el Museo del Pueblo Judío (Anu), en Tel Aviv.
La historia de esta Biblia es realmente de película: fue preparada por un escriba judío hace unos 1.100 años en 400 páginas de pergamino que contienen los veinticuatro libros de la Tanaj.
A diferencia de los rollos de la Torá tradicionales utilizados en las sinagogas, explicaron los expertos del museo, el Códice Sassoon contiene signos de vocalización, puntuación y cantilación.
Además, agregaron, en los márgenes y entre las columnas de las Escrituras hay notas sobre cómo se debe escribir y pronunciar el texto según la tradición, lo que se conoce como «notas masoréticas».
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Después de haber pasado durante siglos por manos que posiblemente nunca se identificarán, el histórico volumen fue adquirido en 1929 por el reconocido coleccionista de libros judíos David Salomon Sassoon, quien le terminó dando su nombre.
Apenas 350 libras…
Sassoon, cuenta la historia, lo pagó apenas 350 libras, que en su momento representaban una suma importante pero que empalidece frente a los 38,1 millones de dólares que se alcanzó durante la subasta de mayo último de la casa Sotheby’s en Nueva York.
Hasta allí había llegado el vendedor, el financiero y coleccionista suizo Jacqui Safra, propietario del volumen desde 1989. Antes de eso, el Códice –recordó el diario Times of Israel- se había exhibido por última vez en 1982 en el Museo Británico, en Londres.
Subastado, también por Sotheby’s, en 1989, el volumen fue adquirido por un dealer en algo más de dos millones de libras y ese mismo año vendido a Safra, miembro de una prominente familia de banqueros, quien consideró que ahora había llegado el momento de desprenderse de la famosa Biblia.
En medio de temores ante la posibilidad de que el Códice volviera a manos privadas y desapareciera de la vista del público otra vez, la Biblia se remató una vez más y fue adquirida por el abogado Alfred Moses, un ex embajador de Estados Unidos en Rumania.
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La gran sorpresa llegó cuando Moses anunció inmediatamente que el Codex Sassoon no iría a parar a algún estante de su biblioteca particular sino que lo donaba al pueblo judío a través del museo Anu, adonde la Biblia más cara de la historia estará en exhibición a partir del 11 de octubre de este año.
Un hogar permanente «maravilloso»
Sharon Liberman Mintz, especialista senior en judaica de Sotheby’s y consultora en la venta, le confesó a la publicación estadounidense New York Jewish Week que despedirse del Codex Sassoon fue «un poco agridulce».
«Pero ha encontrado un nuevo hogar maravilloso y estoy muy emocionada por ello -matizó-. Hay millones de personas que están entusiasmadas en Israel, hay un entusiasmo tremendo por que este libro esté disponible para el público en el museo de la Anu».
Para Liberman Mintz, terminó siendo «un triunfo total para el Codex llegar a un lugar tan fantástico» en Tel Aviv.
Voceros del museo revelaron algunos detalles del trayecto que realizó la Biblia más cara del mundo desde Estados Unidos a Israel, comenzando por el exhaustivo trabajo de preparación, incluyendo un envoltorio de varias capas de Tyvek, un papel sintético y transpirable que se usa en la construcción.
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Luego se la colocó dentro de una caja de cartón especial para archivos, que a su vez estaba envuelta en más capas de Tyvek, señaló el reporte de la revista neoyorquina. Finalmente, la caja con el libro «fue cuidadosamente colocada en una maleta para su viaje al estado judío».
«Todos queremos tocar algo eterno»
Times of Israel contó que, al aterrizar, el capitán Amos Aldaag, el piloto del avión de El Al, tomó el códice y lo llevó a la pista, donde una delegación que incluía a Avigdor Kahalani, un veterano israelí condecorado de la Guerra de Iom Kipur y ex legislador, y al cantante Shuli Rand, «dieron la bienvenida al manuscrito».
Irina Nevzlin, de la dirección del museo, relacionó la llegada de esta especial Tanaj con el turbulento momento político que se vive en el país a causa del proyecto de reforma judicial impulsado por el gobierno del primer ministro Netanyahu.
Estos, afirmó, son «días muy complejos y desafiantes en Israel y alrededor del mundo, y todos buscamos lo que nos une en lugar de lo que nos divide». Para Nevzlin, «todos queremos sostener y tocar algo eterno, que existe desde hace miles de años, que cuenta la historia de nuestro pueblo».
Ahora, el Códice Sassoon, la Biblia más cara del mundo, podrá cumplir esa misión en el museo Anu de Tel Aviv, uno de los más populares del país para locales y turistas.