Un estudio de investigadores de la Universidad de Haifa recuperó parte de la historia de la antigua fábrica que producía el valiosísimo tinte púrpura utilizado en las vestimentas de la realeza y los sacerdotes en los tiempos de la Jerusalén del Primer Templo.
La investigación mostró que uno de los reyes de la dinastía Omrida (la Casa de Omri) tomó un pequeño pueblo fenicio que producía tinte púrpura y lo convirtió en una fábrica fortificada para la producción extensiva del preciado producto a escala industrial.
A partir de ese momento, la fábrica estuvo bajo el control del Reino de Israel, y gracias al trabajo de los arqueólogos, es la única de esa época encontrada hasta la actualidad en todo el Mediterráneo.
Sus productos, especuló el reporte de la universidad israelí, «probablemente también se usaron en el tejido del parohet (cortina sagrada) en el Templo» del rey Salomón.
«Bajo control israelita, la fábrica de Tel Shiqmona suministraba productos de púrpura, con toda probabilidad principalmente fibras teñidas, a Chipre y Líbano, así como a las élites sociopolíticas y templos en las ciudades de los filisteos, de Judá y, por supuesto, a la alta sociedad en el Reino de Israel», apuntaron los líderes del estudio, la profesora Ayelet Gilboa y el doctor Golan Shalev.
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Tel Shiqmona, una pequeña colina en la costa occidental de la actual Haifa, ocupa un pequeño promontorio entre el Monte Carmel y el mar, y siempre fue una fuente de misterio para los arqueólogos.
Fibras teñidas para Jerusalén, Chipre y el Líbano
La ocupación de la zona comenzó en la Edad del Bronce (período cananeo, siglos XV al XIII antes de la era cristiana, AC o era común) y luego se reanudó en la Edad del Hierro (siglos XI al VI de la misma era), un etapa que coincide con el período de los jueces bíblicos.
Hace cinco años, Gilboa y Shalev publicaron un estudio que marcó un gran avance en la comprensión del antiguo asentamiento.
Según un examen preliminar de los hallazgos de las excavaciones realizadas por el doctor Yosef Elgavish en las décadas del ’60 y ’70, incluidas numerosas tinajas de cerámica teñidas con púrpura, así como grandes cantidades de vasijas fenicias, argumentaron que el sitio sirvió como una fábrica de este producto raro y prestigioso de la época.
Ahora, después de varios años de investigación intensiva sobre los hallazgos del doctor Elgavish, y luego de completar recientemente una nueva excavación propia en una pequeña sección de la colina, Gilboa y Shalvi presentaron una reconstrucción histórica completa del sitio.
Una de las más grandes de la región
Sugirieron que alrededor de mediados del siglo IX AC, el Reino de Israel tomó el control del sitio de la fábrica fenicia. Bajo el dominio israelita, Shiqmona se convirtió en uno de los lugares de producción más importantes de la cuenca del Mediterráneo (el único que se conoce actualmente).
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Por lo tanto, la historia agrega un fuerte «tinte púrpura» a los días prósperos del Reino de Israel entre mediados del siglo IX y mediados del siglo VIII antes de la era común, los días de las dinastías de Omri y Jehú.
El doctor Shalvi apuntó que los hallazgos ilustran un cuadro histórico más complejo que el reconstruido anteriormente. Según estas nuevas estimaciones, a principios de la Edad del Hierro, en el siglo XI antes de la era cristiana, los fenicios locales establecieron un pequeño sitio para la producción del tinte púrpura.
En ese período, la cultura material en Shiqmona se define como exclusivamente fenicia y el sitio producía el tinte en una escala limitada, señaló el arqueólogo.
Una nueva fábrica, pero fortificada
A mediados del siglo IX AC, cuando Acab ascendió al trono en el Reino de Israel, la fábrica fue abandonada y posiblemente destruida. Se construyó un nuevo sitio sobre sus ruinas, incluido un muro de fortificación de casamatas en un estilo característico de muchos asentamientos en ese período.
La cerámica, incluyendo un gran número de vasijas de uso cotidiano, así como otros hallazgos como sellos, empezaron a mostrar características israelitas junto a las fenicias. También sugieren que la producción de tinte púrpura se intensificó considerablemente durante esa etapa.
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La campaña les permitió tomar el control de «la fuente legendaria de la riqueza de los fenicios: la industria púrpura».
Se trata de una nueva comprensión única y fascinante del sitio: un pequeño pueblo que producía tinte púrpura que se convirtió en una fábrica fortificada y bien planificada, bajo control israelita, pero donde los fenicios continuaron sirviendo como expertos artesanos responsables de la adquisición de las conchas marinas y la elaboración del preciado producto.
Un enorme potencial económico
Para los expertos, quedan pocas dudas de que el enorme potencial económico detrás de la industria de tintes azules, morados y púrpuar fue «un factor, quizás el más importante, que motivó al Reino de Israel a extender sus campañas de conquista hacia el mar en el Oeste».
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Además la recolección de caracoles marinos y sus conchas, y la extracción del tinte, requerían una profunda familiaridad con las aguas del Mediterráneo, razón por la cual los trabajadores fenicios siguieron estando a cargo de esas actividades, bajo la regulación del Reino de Israel.
Con esta nueva mirada, Shiqmona resulta ser «mucho más compleja» de lo que se asumía originalmente, dijeron los arqueólogos.
«Cuenta la historia del auge y la caída del Reino de Israel en los siglos IX y VIII AC desde un ángulo inusual: el de los intereses económicos del reino, su expansión hacia el oeste y sus complejas relaciones con los fenicios», añadieron.
El período, completaron, estuvo dominado por la potencia militar y política del Reino de Israel, y la conquista y el control de Shiqmona, con su producción de tinte púrpura, «formaba parte de la base económica de ese poder».