Después de hacerlas pasar por un comité de «lectores sensibles», la editorial Harper Collins distribuirá las obras de Agatha Christie en versión digital «libres» de antisemitismo y otras expresiones discriminatorias o racistas.
Así lo reportó el diario británico The Telegraph, según el cual las versiones digitales de las nuevas ediciones de los libros escritos entre 1920 y 1976 (el año de la muerte de Christie) se publicarán con sus textos despojados de «descripciones, insultos o referencias a la etnia» de algunos de sus personajes.
Eso apunta, en particular, a «los personajes que los protagonistas de Christie encuentran fuera del Reino Unido», indicó el reporte.
«Los cambios –destacó el portal boingboing.net- reflejan una tendencia creciente en la industria editorial, donde obras populares del pasado se editan para alinearse mejor con los valores contemporáneos».
Anteriormente, recordó, «libros de Roald Dahl e Ian Fleming se han sometido a ediciones similares».
En el caso de Christie no es mucho lo que quedó para «limpiar», ya que la mayoría de los comentarios racistas de los personajes de la popularísima autora, en especial aquellos relacionados con los judíos, empezaron a ser retirados después de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto.
A través de sus sesenta y seis novelas -que, se estima, vendieron un total de alrededor de 2.000 millones de copias- se podía leer en el pasado, en las versiones originales, varios comentarios despectivos hacia los judíos, en general enraizados más en la ignorancia y los prejuicios que en el odio.
Después del Holocausto, Christie «abandonó su antisemitismo instintivo»
El antisemitismo de la autora inglesa «siempre había sido del tipo estúpidamente irreflexivo más que del tipo deliberadamente vicioso», explicó la experta Gillian Gill en su libro Agatha Christie: The Woman and Her Mysteries, de 1991.
Citada en un reporte del periódico judío estadounidense Forward, Gill apuntó que, «a medida que su círculo de conocidos se amplió y llegó a comprender lo que el nazismo realmente significaba para el pueblo judío, Christie abandonó su antisemitismo instintivo».
Aquellos buscadores de ediciones antiguas podrán, de todas maneras, «rescatar» esas frases antisemitas de la escritora nacida en 1890 y fallecida el 12 de enero de 1976, a los 85 años, en Oxfordshire, en Inglaterra.
Por ejemplo, en Peril at End House, de 1932, un próspero marchante de arte, Jim Lazarus, es presentado por otro de los personajes con estas palabras: «He’s a Jew, of course, but a frightfully decent one» («Es judío, por supuesto, pero tremendamente decente»).
Curiosamente, una de las más exitosas versiones cinematográficas de un libro de Agatha Christie, Death on the Nile (Muerte en el Nilo), publicado originalmente en 1937, cuenta con un elenco multi-racial y está protagonizada por una actriz israelí judía.
Se trata, por supuesto, del filme del 2022 dirigido por el irlandés Kenneth Branagh (quien también interpreta al mítico detective Hercule Poirot) con Gal Gadot en el papel de Linnet Ridgeway-Doyle.