Un grupo de «cazadores de fotos», miembros de una organización creada por historiadores e investigadores internacionales, lanzó una búsqueda mundial de imágenes y filmes que puedan ayudar a los que quieren saber más sobre el Holocausto
Se trata del proyecto Last Seen («visto por última vez», en inglés), que desde octubre del 2021 se lanzó al rescate de viejas fotografías y tramos de películas tomadas durante el proceso de deportación y asesinato de seis millones de judíos y también de muchísimos disidentes y personas del pueblo gitano.
En particular, el programa se ocupa de los deportados desde Alemania, en episodios raramente registrados en imágenes. Tomadas entre 1938 y 1945, las fotos «muestran los momentos finales en los que los deportados fueron sacados a la fuerza de la sociedad alemana, generalmente mientras los paseantes miraban«, rememoran.
Los nazis, explican, «cometieron muchos crímenes a la vista del público».
Las fotografías de esos ataques «son muy valiosas como prueba documental» y «pueden desempeñar un papel importante en la investigación y la educación, pero muchas aún no se han analizado o puesto a disposición del público».
«Como historiador originario de Alemania y ahora enseñando en Estados Unidos, he investigado la persecución nazi de los judíos durante 30 años y publicado diez libros sobre el Holocausto», señaló el profesor Wolf Gruner, uno de los miembros de Last Seen.
Who knows Maria Arbuzowa?
— Arolsen Archives (@ArolsenArchives) August 14, 2022
She was last registered in Luhansk, where we now have no way of searching for her. Maria had a daughter in 1944 when she was a forced laborer in Germany, but she lost her in the chaos of war. Now her grandchildren are looking for relatives. Please help! pic.twitter.com/bkz09ECzSU
En un artículo en el portal The Conversation, Gruner admitió que, durante años, «no tomé en serio la evidencia visual recopilada como fuente principal y más bien la usé solamente para ilustrar mis publicaciones» sobre el genocidio.
Sin embargo, «durante la última década, los académicos se han dado cuenta de cómo las imágenes pueden contribuir a nuestra comprensión de la violencia masiva, así como a la resistencia a ella», añadió el profesor alemán.
En unos pocos meses ya obtuvieron «docenas de fotos hasta ahora desconocidas»
Algunos de esas imágenes, apuntó, «pueden proporcionar la única evidencia que tenemos sobre un acto de persecución, por ejemplo, una fotografía de un grafiti antijudío».
«Otros revelarán detalles adicionales, como en la imagen de un proceso judicial contra las resistencias antinazis», describió Gruner, quien dirige el Dornsife Center for Advanced Genocide Research de la Universidad del Sur de California.
Complementando la labor de fuentes más tradicionales, pero no menos importantes, como por ejemplo el museo Yad Vashem, de Jerusalén, los investigadores montaron una campaña para obtener imágenes que puedan estar perdidas en áticos privados o archivos municipales.
Wie viele Deportationsbilder wurden inzwischen gefunden? Wann und in welcher Form werden sie öffentlich zugänglich gemacht? Wie wird das digitale Bildungstool aussehen? Diese Fragen beantwortet Projektleiterin Dr. Alina Bothe im #LastSeen-Interview.https://t.co/QPNkwS7DbP
— Arolsen Archives (@ArolsenArchives) August 23, 2022
Gruner reconoció que, cuando comenzó el proyecto, los académicos «se mostraron escépticos sobre si encontraríamos una cantidad significativa de imágenes nunca antes vistas de deportaciones masivas».
«Pero después de dirigirnos al público alemán y consultar 1.750 archivos alemanes, en los primeros seis meses del proyecto recibimos docenas de imágenes desconocidas», afirmó.
Gracias a esos aportes, los investigadores cuentan ahora con información visual sobre más del doble de localidades alemanas que antes, pasando de 27 a 60 pueblos y ciudades con documentos disponibles sobre las deportaciones nazis.
La búsqueda se extenderá ahora también a Canadá, Australia y Sudáfrica
«Muchas de estas fotos -cuenta Gruner- estaban acumulando polvo en los estantes de los archivos locales en Alemania, y algunas se encontraron en casas particulares».
En el futuro, adelantó, los «cazadores de fotos» del Holocausto esperan seguir descubriendo imágenes «en archivos, museos y pertenencias familiares en Estados Unidos y Gran Bretaña, pero también en Canadá, Sudáfrica y Australia.
¿Por qué buscarán en lugares lejanos? Desde Last Seen recuerdan que muchos soldados aliados (australianos y canadienses, entre otros) que liberaron ciudades o campos de concentración se tomaron fotos con sobrevivientes que llegaron a Alemania, quienes luego las recibieron a través de distintos medios.
En el website de la organización de los «cazadores de fotos» -que forma parte de los Archivos Arolsen del Centro Internacional sobre la Persecución Nazi- se pueden ver imágenes de largas filas de personas deportadas y de los trenes que se usaban para llevarlos a guetos o campos de exterminio.
Y también algunas, pocas, imágenes claras de las víctimas, como el caso de dos niñas judías, llevando abrigos con la estrella de David amarilla bordada, esperando para subir a uno de esos trenes.
Las pequeñas -a una de ellas incluso se la ve sonriendo– esperaban en una estación en Munich y solamente se sabe que «la Gestapo las deportó a Kowno», en Lituania, señala Gruber.
«Los casi 1.000 deportados de Munich fueron fusilados poco después de llegar a su destino en la Lituania ocupada por los nazis», completó el investigador.