La salida de los israelitas de Egipto bajo la guía de Moisés viene siendo celebrada desde hace milenios por comunidades de todo tipo en todo el mundo, incluyendo un asentamiento de soldados judíos del ejército persa en una isla en el Nilo.
Así lo demuestran unas Cartas de Pésaj halladas por exploradores de fines del Siglo XIX en la Isla Elefantina, enclavada en el famoso río egipcio cerca de su primera catarata, y frente a lo que hoy es la ciudad de Aswan.
Los documentos son papiros escritos en arameo, y en ellos hay datos que sugieren que los judíos vivieron allí durante el período persa, en los siglos V-IV antes de la era cristiana.
Según señala un estudio sobre las Cartas publicado por la Universidad Bar-Ilan, de Israel, «estos judíos sirvieron en el ejército persa y custodiaron la frontera sur entre Egipto y Nubia».
En base a las investigaciones que el profesor Yigal Levin hizo sobre los textos, la universidad israelí recuerda que entre los papiros descubiertos «se encuentran cartas, contratos legales y documentos personales de miembros de la comunidad».
Son, entre otras cosas, certificados de matrimonio, documentos que registran la liberación de esclavos y listas de donaciones. «De estos manuscritos antiguos -apunta el informe-, se puede saber que había un templo judío en la isla» egipcia.
Entre los detalles más interesantes, Levin descubrió que en una de las cartas, que data del 419 antes de la era cristiana, «se ordena a los judíos que hagan algo el 14 del mes hebreo de Nisan y que se abstengan de comer pan con levadura desde el 15 de Nisan hasta el 21″.
La comunidad de Elefantina sigue siendo «uno de los grandes misterios de la historia judía antigua»
La carta, cuentan desde la universidad, «está fragmentada», pero parece incluir instrucciones sobre Pésaj y el «Festival de Matzot».
En otra carta, del año 407 antes de la era cristiana, los hebreos de Elefantina se dirigen a Bagohi, el gobernador persa de Judá, y a los hijos de Sanbalat el horonita, quien había estado a cargo de Samaria, «pidiéndoles ayuda para restaurar el templo» judío de la isla.
Los arqueólogos señalan que el edificio fue destruido por orden de los sacerdotes que veneraban al dios egipcio Khnum, cuyo templo estaba junto a la sinagoga. Dado que «Khnum era representado como un carnero», parece que el sacrificio de alguno de esos animales en honor a la Pascua «enfureció a los egipcios», indica el reporte.
Los sacerdotes, continúa, «aprovecharon una revuelta que estalló contra el gobierno persa para destruir el templo judío».
Finalmente, en otra carta estudiada por Levin, los judíos de Elefantina «prometen que, si se restaura el templo, solo sacrificarán incienso y grano, y no cabras ni ovejas».
No se sabe cuándo y en qué circunstancias se fundó esta comunidad de soldados judíos del ejército persa, ni se sabe cuándo y en qué circunstancias fue abandonada.
Para estos investigadores, la comunidad de la isla Elefantina «sigue siendo uno de los grandes misterios de la historia judía antigua».