Menuda sorpresa se llevaron los arqueólogos abocados a las tareas de expansión de la localidad beduina de Rahat, en el sur de Israel: hallaron una singular lujosa villa en el Negev, con dispositivos de acceso a agua fresca todo el año, varias habitaciones y otros detalles sofisticados… ¡de hace 1.200 años!
Los expertos de la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI) son habitualmente despachados al lugar de los hechos cuando se están llevando a cabo importantes trabajos urbanos.
En este caso se trataba de Rahat, una ciudad de algo más de 70.000 habitantes unos pocos kilómetros al norte de Beer Sheva, en el corazón del Negev, la desértica región en el sur de Israel.
Hace pocas semanas, en junio de este año, y también en el marco de los trabajos para facilitar la construcción de nuevos barrios en la zona, los arqueólogos descubrieron una de las mezquitas más antiguas del mundo, también de hace unos 1.200 años.
Mientras seguían chequeando el terreno antes de la llegada de los camiones excavadores, los arqueólogos descubrieron un edificio con un patio central sobre un complejo abovedado único y una cisterna de agua excavada en la roca de tres metros de profundidad.
Originario del período islámico temprano (siglos VIII-IX de la era cristiana), el edificio resultó ser una lujosa finca rural de 1.200 años de antigüedad, la primera de su tipo descubierta en el Negev.
La villa constaba de cuatro alas con habitaciones para atender las distintas necesidades de todos sus residentes. En un ala había una sala con piso de mármol y piedra y paredes decoradas con frescos (pinturas murales sobre yeso húmedo).
Se prevé que el edificio será en el futuro una atracción turística arqueológica de la zona
Los pequeños fragmentos de los frescos que resistieron hasta nuestro tiempo estaban finamente coloreados en rojo, amarillo, azul y negro. Algunas habitaciones del edificio tenían pisos de yeso, y en otras se hallaron grandes hornos y fragmentos de platos de vidrio delicadamente decorados.
«La lujosa finca y las impresionantes bóvedas subterráneas son evidencia de los abundantes medios» económicos de los propietarios, apuntaron los directores de la excavación, Oren Shmueli, Elena Kogan-Zehavi y Noé D. Michael.
Al parecer, el estatus y riqueza de esta familia «les permitió construir una lujosa mansión que sirvió como residencia» y con amplios espacios «para el entretenimiento», añadieron.
«Nos sorprendió -reconocieron los arqueólogos- descubrir el complejo de bóvedas construidas en piedra, a una profundidad de 5,5 metros bajo el patio y con una altura de 2,5 metros».
Las bóvedas fueron cuidadosamente construidas y tal vez conducían a complejos subterráneos adicionales que todavía no han sido descubiertos, especularon los expertos.
Además de la rareza del descubrimiento, lo que más asombró a los arqueólogos fue el hallazgo de una abertura bajo las habitaciones abovedadas que conducía a una profunda cisterna excavada en la roca.
Según estimaron, las bóvedas subterráneas funcionaban como habitaciones de almacenamiento adonde se conservaban los alimentos a temperaturas bastante frescas en medio del calor del desierto.
Los lujosos detalles de la villa son «evidencia de los abundantes medios» económicos de quienes fueron sus propietarios
Por otro lado, unas estructuras abovedadas de apoyo permitían a los residentes «moverse bajo tierra con seguridad y comodidad, a fin de protegerse del calor abrasador del verano y beber agua fresca de la cisterna adyacente», señalaron.
Gracias a este hallazgo, afirmaron voceros de la Autoridad, «podremos estudiar los métodos de construcción y los estilos arquitectónicos, así como aprender sobre la vida diaria en el Negev al inicio del gobierno islámico».
Según adelantó Eli Eskosido, director de la AAI, el gobierno nacional y las autoridades locales beduinas «están planificando conjuntamente conservar y exhibir los hallazgos al público en general» una vez que se complete la expansión de Rahat.