Una antigua piscina en una sala de baños en una aldea judía en la zona del Valle de Jezreel, en el norte de Israel, parecería ser una locación poco adecuada para una estatuilla de Heracles, el personaje de la mitología griega más conocido por su nombre romano, Hércules.
Sin embargo, el delicado objeto, esculpido en mármol, fue hallado en el sitio arqueológico de Horbat Tarbenet, cerca de Afula, y cuenta una historia que entrelaza mitologías y culturas y fue compartida por los expertos de la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI).
Este raro hallazgo, descubierto hace algunos años en una excavación arqueológica dirigida por Abdallah Moqary para la AAI, probablemente adornaba un nicho en una piscina de una antigua casa de baños.
La excavación es Horbat Tarbenet, en el Valle de Jezreel, unos cuatro kilómetros al noroeste de Afula. Allí, en el siglo III de la era cristiana, se levantaba una aldea judía que incluso se menciona en el Talmud de Jerusalén.
Los restos de edificios residenciales, un pozo y una gran piscina descubiertos en la excavación, explicó el doctor Walid Atrash, de la AAI, formaban parte de una casa de baños de estilo romano que funcionaba en el asentamiento judío.

Después de que la piscina dejó de usarse, se llenó con una capa de escombros compuesta por muchos restos de cerámica, fragmentos de vidrio y del mármol blanco de la estatuilla de Heracles/Hércules, originalmente de medio metro de altura.
«Músculos particularmente prominentes»
El personaje mitológico, precisaron los arqueólogos, está representado desnudo, de pie sobre un pedestal. «Sus músculos son particularmente prominentes» y «se inclina hacia la izquierda sobre un garrote envuelto en la piel del monstruoso león de Nemea», describieron.
Según la mitología griega, Heracles era el hombre más fuerte de su época y, hasta el día de hoy, se le considera un símbolo de heroísmo, fuerza y poder sobrehumanos, y está asociado con la curación.
Pero, siempre según aquellos relatos, tenía una enemiga poderosa, Hera, la esposa de Zeus, que despreciaba a Heracles desde el día en que nació.
Cuando aún era un bebé, Hera colocó dos serpientes venenosas en su cama a las que venció fácilmente. Más tarde, lo maldijo con una afección de locura que lo llevó a matar a sus tres hijos y a su esposa Magara
Los Doce Trabajos
Para «limpiarse» del terrible pecado que había cometido, cuentan los arqueólogos israelíes, Heracles recurrió al Oráculo de Delfos, que le indicó que aceptara las órdenes dadas por Aristeo, el rey micénico.
Así fue que se le encargó cumplir doce misiones sobrehumanas, conocidas como los Trabajos de Heracles. Las tareas son un tema común en el arte antiguo, y la escultura hallada en Horbat Tarbenet muestra la primera misión: matar al monstruoso león de Nemea.
Hasta allí llegan la ciencia y el estudio de la mitología. Después de eso solo queda especular cómo y por qué llegó la estatuilla a la Tierra de Israel y quiénes eran los judíos que la disfrutaban mientras se bañaban en la piscina.