Llega el final de Pésaj después de siete días en Israel y ocho en la diáspora y una costumbre que durante mucho tiempo estuvo reservada a los judíos marroquíes envuelve a todos: completar la festividad con la dulzura de la Mimuna (o Mimouna).
Como de costumbre, el primer ministro en el cargo participa de alguna reunión donde se celebra el Minuna. Y, este año, el actual jefe de gobierno, Benjamin Netanyahu, también se acercó para terminar Pésaj de la manera más dulce posible.
El Mimuna, dijo Netanyahu, quien participó de la celebración en la localidad de Hadera, «es la fiesta de la fe, la fe en la unidad y la grandeza de nuestro pueblo».
Aunque con el sonido de la protesta de un nutrido grupo de opositores a la reforma judicial que llegaba desde la calle, el primer ministro aseguró que el Mimuna «es una maravillosa fiesta de fe en la tradición judía y en el futuro de Israel».
احتفالات عيد #ميمونة #מימונה في #إسرائيل????????...بين الماضي والحاضر???? pic.twitter.com/oqIk8z6Qo5
— مغاربة مع استئناف العلاقات مع إسرائيل (@Moroccoisrael1) April 13, 2023
Además, la festividad se llevó a cabo también, por primera vez, en la sede de la Knesset, el parlamento israelí, que tiene su sede en la capital, Jerusalén, donde los invitados compartieron dulces en una carpa decorada con motivos tradicionales de Marruecos.
Por primera vez en la Knesset
Legisladores e invitados tuvieron la oportunidad de usar el caftán, la túnica que usan los judíos sefaradíes en Marruecos y otros países de África del Norte y Medio Oriente.
«De niño, siempre me encantó celebrar la Mimouna, su calidez, los sonidos y los sabores», dijo en la oportunidad el relator de la Knesset, Amir Ohana, del Likud, el partido de Netanyahu, citado por la agencia JNS.
«Me alegro por la oportunidad de traer al edificio de la Knesset voces, sonidos y colores que no han estado allí antes», remarcó el legislador, nacido en la sureña ciudad de Beer Sheva en el seno de una familia de inmigrantes llegados de Marruecos.
Precisamente esa ola inmigratoria, que arrancó con la creación del estado de Israel y la explosión de violencia en contra de los judíos en los países árabes de la región, está detrás de la introducción de la Mimuna en el país.
אני מאמין באחדות ישראל, בעתיד ישראל ובנצח ישראל. תרבחו ותסעדו! pic.twitter.com/a0UDG9ahPz
— Benjamin Netanyahu - בנימין נתניהו (@netanyahu) April 12, 2023
Las celebraciones públicas de Mimuna, recordó el reporte de JNS, comenzaron en Israel hacia 1965. Desde entonces, cada año, al finalizar Pésaj, es común ver las fotos del primer ministro o presidente de turno relamiéndose con los tentadores dulces de origen marroquí.
Dulzura y tolerancia
Entrevistada en el 2019, la experta Zhor Rhihil, curadora del Museo del Judaísmo marroquí de Casablanca, explicaba que la Mimuna es también «una fiesta que simboliza la tolerancia y la convivencia entre judíos y musulmanes».
Para la celebración en Marruecos, «era usual que los judíos recibieran en sus casas a sus vecinos musulmanes que les traían pan, miel, mantequilla, dátiles y frutos secos» para cumplir de la mejor manera el final de Pésaj y de la restricción de consumir jametz.
En cuanto al nombre de la fiesta, algunos investigadores afirman que se trata de un homenaje a Maimón, el padre del gran filósofo judío Maimónides, quien falleció en un último día de Pésaj, aunque otros apuntan a un derivado de la palabra árabe «mimun», que significa «suerte».