Un médico judío de Viena que escapó del nazismo, encontró refugio en Shanghai, se convirtió en héroe nacional de China por contribuir a la victoria en la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Civil (y hasta fue ministro de Salud), recibió una medalla póstuma en Israel.
La «historia única y significativa» del doctor Jakob Rosenfeld «es una entre el millón y medio de historias de hombres y mujeres judíos que lucharon» contra el fascismo durante la Segunda Guerra Mundial y «siguen inspirándonos hasta el día de hoy».
Así lo presentó el mayor general de la reserva Zvika Kan-Tor, director ejecutivo del Museo Haim Herzog del Soldado Judío en la Segunda Guerra Mundial, en Latrun, a pocos kilómetros de Jerusalén, donde esta semana se llevó a cabo la ceremonia para recordar a Rosenfeld.
«Impulsado por un sentido de justicia», el médico austríaco «abandonó una vida cómoda en Shanghai y se unió a la resistencia antijaponesa», recordó por su parte el embajador chino en Israel, Xiao Junzheng.
Durante diez años, «luchó como médico militar y como general, salvando la vida de soldados y civiles chinos -continuó el diplomático-. Se dedicó a la causa de la liberación del pueblo chino».
Médico y voluntario
En el 2021, para celebrar los cien años de la fundación del Partido Comunista, el Ministerio de Defensa de China publicó una serie de cien perfiles de extranjeros que participaron en la lucha por la independencia del gigante asiático y en la guerra contra los japoneses.
Una de las personalidades destacadas fue Rosenfeld, quien, «tras presenciar las atrocidades del ejército invasor japonés, se ofreció como voluntario para unirse al Nuevo Cuarto Ejército en 1941».
El refugiado judío en China utilizó «su destacada experiencia médica y quirúrgica», señaló la publicación. «Así -añadió- nació una especial amistad entre Rosenfeld, cariñosamente conocido como Tío Nariz Grande, y China».
La labor del médico en el ejército chino le valió una enorme apreciación de militares y líderes civiles. En 1942 ya formaba parte del Partido Comunista Chino y recibió el rango de general en el ejército.
Según los libros de historia, Rosenfeld actuó como cirujano para soldados heridos, operando a menudo en un pequeño bote. Debido a la grave escasez de médicos, fundó la Escuela de Medicina de Huazhong, que entrenó a los equipos médicos para el Nuevo Cuarto Ejército.
A Israel, vía Viena
Después de servir también como ministro de Salud de la Primera Columna del ejército chino y cuando ya había caído el nazismo, Rosenfeld viajó en 1949 a Austria para reunirse con los miembros de su familia que lograron escapar al Holocausto.
Luego emigró a Israel, donde trabajó en un hospital en Tel Aviv. En 1952, cuando tenía apenas cuarenta y nueve años de edad, falleció a causa de un infarto.
Hablando durante la ceremonia en el museo, el embajador Xiao remarcó que, «cuando las comunidades judías en Europa se enfrentaron a una brutal persecución, China brindó refugio», y que tan solo Shanghai acogió a al menos 25.000 de esas personas que escapaban del nazismo.
«Un amigo en la necesidad es un verdadero amigo. Esta historia compartida sienta las bases para la amistad entre China e Israel. En China, no hay terreno para el antisemitismo. El gobierno chino jamás permitirá que el antisemitismo exista ni se arraigue», aseveró.
Citado por el diario Israel Hayom, el diplomático dijo que el gobierno de Pekín decidió «otorgar la medalla conmemorativa» por las «destacadas contribuciones» del médico judío. La medalla fue recibida por el doctor Menashe Rosenfeld, sobrino del héroe.













