Un raro disco de mármol de 2.500 años de antigüedad, diseñado para proteger barcos y evitar el mal de ojo (al estilo de un nazar), fue descubierto por un buceador en el Mediterráneo y entregado a la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI).
El objeto, que data de entre los siglos V y IV antes de la era cristiana, fue hallado durante una inmersión por el salvavidas David Shalom en el sitio arqueológico de Yavne-Yam, cerca de la playa de Palmajim.
«A partir de dibujos en cerámica, mosaicos y monedas antiguas, así como de fuentes históricas, sabemos que este diseño era común en los barcos», explicó Yaakov Sharvit, director de la Unidad de Arqueología Marina de la AAl.
«Servían para protegerse contra el mal de ojo y la envidia, ayudaban a la navegación y actuaban como un par de ojos que miraban hacia adelante y advertían del peligro», añadió.
Es una decoración similar al nazar -y pariente del hamsa- que «todavía es común hoy en día en barcos modernos de Portugal, Malta, Grecia y el Lejano Oriente», destacó el arqueólogo.
Adornaban las proas
De 20 centímetros de diámetro, el disco es plano por un lado y curvo por el otro, y tiene una cavidad central con restos de pintura que aparecen como dos círculos alrededor del centro.
Se identifica como un motivo de ojo, en griego ophtalmoi, y tales discos adornaban las proas de los antiguos barcos de guerra y mercantes. Clavos de plomo o bronce -precisaron los expertos de la Autoridad de Antigüedades– sujetaban el centro del disco al casco del barco.
Aunque este artefacto alguna vez fue común, de hecho es raro encontrarlo en la actualidad. Hasta ahora solo se descubrieron cuatro elementos antiguos similares en el Mediterráneo.
Dos pertenecían a un barco mercante que naufragó hacia 440–425 de antes de la era cristiana en Tektaş Burnu, en la costa occidental de Turquía, entre las islas de Samos y Kios, y dos en la costa mediterránea de Israel, uno en la playa Carmel y otro, hallado recientemente, en Yavneh-Yam.
En estudios marinos realizados por la AAI desde la década del ’80 se hallaron varios barcos naufragados que atestiguan una amplia actividad comercial en la zona. Esos descubrimientos incluyen anclas de varios tamaños, equipos de pesca, plomos y anclas de piedra.
También se encontraron durante aquellas labores otros elementos utilizados en barcos, como un horno de plomo, piedras de moler, cuencos, anzuelos de bronce, redes y pesas de plomo para medir la profundidad, así como tinajas, ánforas y ollas de finales de la Edad del Bronce.