Una rara moneda judía de un cuarto de shekel, acuñada hace 2000 años en la tierra de Israel en tiempos de la primera revuelta contra los romanos, fue recuperada años después de haber sido robada y llevada al exterior, y ahora se encuentra de regreso en casa.
Los expertos/espías pasaron dos décadas intentando localizar esta moneda, dijeron voceros de la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI), que llevó a cabo el operativo junto a la oficina del fiscal de distrito de Manhattan, en Nueva York.
Durante todo ese tiempo la valiosa moneda fue traficada a través de los mercados ilegales de antigüedades en Israel, Jordania y Gran Bretaña, adonde se falsificaron los papeles para finalmente despacharla a Estados Unidos.
¿Su valor en el mercado negro de antigüedades? Alrededor de un millón de dólares.
Es que se trata de nada menos que una moneda de plata de un cuarto de shekel del año 69, producida en plena Gran Rebelión Judía (66-73 de la era cristiana). Es apenas la cuarta de su tipo conocida en todo el mundo.
El Imperio Romano había concedido a los gobernantes locales un permiso limitado para acuñar monedas de bronce. La fabricación de monedas de plata, en cambio, era un privilegio mucho más limitado que se le concedía a un pequeño grupo de ciudades importantes y centrales.
La repatriación significa que «una preciada pieza de la historia finalmente regresa a casa»
«Es por ello que, la acuñación de monedas de plata por parte de los líderes de la Gran Revuelta Judía fue, de hecho, una declaración de independencia por parte de los judíos en la Tierra de Israel, una declaración contra el poderoso imperio que se alzaba contra ellos», explicó el arqueólogo Ilan Hadad.
This small silver quarter Shekel was minted during the Jewish Revolt against Roman rule. It was taken by Palestinians from a hoard in the Ella Valley. The Israel Antiquities Authority launched an international search and traced it to an auction in Colorado. Now it is coming home. pic.twitter.com/resfzJDumk
— The History Of The Land Of Israel Podcast (@TheHistoryOfTh5) September 14, 2022
Muchas de las monedas de plata de los rebeldes «se acuñaron sobre monedas de plata imperiales, cubriendo el rostro del emperador con motivos judíos», añadió Hadad, uno de los encargados de la Unidad de Prevención de Robos de Antigüedades de la AAI.
Ese contexto «le otorgó a la moneda un valor simbólico mucho más grande que su valor monetario» propiamente dicho, apuntó el arqueólogo israelí.
Las monedas de un cuarto de shekel del cuarto año de la rebelión no habían sido encontradas previamente en las excavaciones arqueológicas. Una moneda similar fue adquirida en la década del ’30 por el Museo Británico y otras tres «circularon» en el mercado negro.
Según la investigación, esta rara moneda judía había sido encontrada por saqueadores de antigüedades en el 2002 en la zona de Emek HaElah, en el centro de Israel.
Se trata de «un logro histórico» para Israel y «para la preservación de sus activos de patrimonio cultural»
La AAI pasó las dos décadas siguientes intentando localizar la moneda, que pasó por distintas manos en Israel y Jordania hasta llegar a Londres, desde donde salió a Estados Unidos para ser puesta a la venta en una subasta de agosto del 2017, en Denver, Colorado.
A principios de este año, el caso pasó a manos del coronel Matthew Bogdanos, jefe de la Unidad de Trafico de Antigüedades de la oficina del fiscal de distrito de Manhattan.
En un estrecho trabajo conjunto, expertos israelíes y estadounidenses logrron reunir suficientes evidencias para ejecutar una orden de incautación de la moneda. Luego se emitió una orden judicial de repatriación a Israel.
Para Bogdanos, la repatriación de esta rara moneda judía significa que «una preciada pieza de la historia finalmente regresa a casa».
«Pero también representa una cooperación igualmente extraordinaria entre la Unidad de Tráfico de Antigüedades de Nueva York y la AAI, una asociación que debería servir de modelo para recuperar el patrimonio cultural expoliado en todo el mundo», aseveró.
La moneda fue entregada a representantes del gobierno israelí durante una ceremonia en Nueva York a mediados de este mes de setiembre.
«Este es un logro histórico para el estado de Israel y para la preservación de sus activos de patrimonio cultural», afirmó el jefe de la AAI, Eli Eskozido, quien reconoció que es muy difícil recuperar objetos saqueados, para lo cual muchas veces son necesarias verdaderas acciones de espionaje e inteligencia.