Tal como ocurrió en los últimos días del 2023, soldados israelíes desplegados en la zona de la Franja de Gaza para la operación Espadas de Hierro volvieron a hacer, por casualidad, un descubrimiento arqueológico.
Después de la lámpara de aceite bizantina hallada por soldados del 404o Batallón de la 282a Brigada de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), ahora fue el turno de efectivos de la 143a División, quienes encontraron un recipiente de mortero de basalto completo en la zona fronteriza.
Los investigadores aficionados en esta ocasión son el teniente coronel de la reserva Yair Amitzur, comandante de la línea del frente civil en la 143a División, y el mayor, también de la reserva, Elyashiv Bohbut, que se desempeña como segundo rabino de esa formación de las FDI.
A través de compañero de armas que es arqueólogo de la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI), los oficiales entregaron el hallazgo al Tesoro Nacional para su almacenamiento, se informó.
«Bastante grande y pesado»
Durante una de las patrullas de rutina en la zona fronteriza con el enclave palestino, «vimos un montón de tierra al costado de la carretera, del cual sobresalía un trozo redondo de basalto«, dijo Elyashiv.
«Cuando lo sacamos, resultó ser bastante grande y pesado», añadió. Rápidamente llamaron al arqueólogo de la AAI, quien lo reconoció como un antiguo mortero para moler, dijo el rabino.
El basalto era muy común en el norte de Israel «y en otras zonas bastante alejadas de aquí», apuntó Yair. «Por lo tanto -agregó-, está claro que fue traído desde lejos».
Según el oficial, probablemente se utilizó en el pasado en la zona «para moler cereales y otros productos agrícolas con un mortero de piedra».
«Nos emocionó recibir inesperadamente un saludo del pasado y, para variar, una buena noticia», reconoció Yair.
Una zona que siempre prospera
Elementos de este tipo se utilizaban habitualmente para moler y triturar productos agrícolas como cereales y lentejas, entre otros, explicaron desde la AAI. El proceso convertía el grano en harina, necesaria para preparar pan y otros platos.
Los cuencos de mortero eran comunes en los hogares, mientras que en las zonas industriales se utilizaban muelas de molino más grandes para procesar grandes cantidades de harina, precisaron.
Yair, por su parte, aportó otra mirada sobre su descubrimiento arqueológico. El mortero, afirmó, «nos recuerda que a lo largo de las generaciones, el Negev occidental fue una importante zona de asentamiento de diferentes culturas y pueblos».
«Aquí se libraron guerras y batallas en el pasado, pero siempre se renovaron las poblaciones y la zona volvió a prosperar», concluyó con esperanza, en una referencia a las comunidades del sur del país que debieron ser evacuadas tras el ataque terrorista del 7 de octubre.
Sarah Tal, arqueóloga de la AAI en la región, fue la encargada de recoger el hallazgo hecho por los soldados, transferirlo a los Tesoros Nacionales y entregarle a Yair y Elyashiv un certificado de buena ciudadanía.
La experta indicó que el mortero de molienda «está muy bien conservado» y recordó que esos recipientes se utilizaron en muchas épocas en la Tierra de Israel, «desde los tiempos bíblicos hasta el período mameluco».