El 3 de julio de 1976, arrancaba la Operación Entebbe, posiblemente la misión de rescate más famosa de la historia, que terminó con la liberación de más de cien rehenes y, también, con la muerte de un héroe israelí, el teniente coronel Yoni Netanyahu
A las 13:20, hora de Israel, los aviones que participaron de la misión hacia el aeropuerto ugandés salieron en un recorrido de más de 4.000 kilómetros que les tomó unas ocho horas de vuelo complicado: debían trasladarse a baja altura para evitar los radares.
Se trataba de cuatro aviones Hercules acompañados de dos Boeing 707, uno para servir como puesto de mando, el otro como hospital de campaña para tratar a los eventuales heridos.
El primero de los Hercules llevaba a bordo el famoso automóvil Mercedes negro que debía hacerse pasar por el vehículo del dictador de Uganda, Idi Amin, y a los comandos de asalto liderados por Netanyahu, pertenecientes a la célebre fuerza Sayeret Matkal.
Cuando aterrizaron, a las 23.01 hora local, sin ser detectados por las fuerzas del país africano, comenzó la operación que entraría a la historia, materia prima de incontables artículos, libros y filmes: del primer Hercules salieron el Mercedes y dos jeeps que debían pretender ser la escolta presidencial.
La operación de rescate en el aeropuerto ugandés duró apenas 58 minutos
Pero el factor sorpresa falló: la inteligencia israelí no estaba al tanto de que Idi Amin estaba utilizando un Mercedes blanco. El automóvil negro que habían traído los comandos despertó las sospechas de uno de los soldados a la entrada del aeropuerto y se desató un tiroteo.
Al final, nada de eso importó: las fuerzas israelíes abatieron a los cuatro terroristas -dos alemanes y dos palestinos- que habían secuestrado una semana antes el avión de Air France que hacía la ruta Tel Aviv-París y a los otros tres que se les habían sumado en Uganda.
Tres rehenes murieron durante los tiroteos, y una cuarta, Dora Bloch, de 74 años, que había sido trasladada a un hospital en Kampala y no pudo ser rescatada por los comandos israelíes, fue asesinada poco después por soldados de Idi Amin.
Las cartas de Yoni están compiladas en el libro «Autorretrato de un héroe»
A bordo de los aviones que habían despegado a las 23:59, apenas 58 minutos después de haber aterrizado en Entebbe, regresaban los rehenes y los soldados que habían llevado a cabo la exitosa misión. También el cuerpo de Netanyahu.
Yoni fue muerto mientras llevaba a parte de los rehenes hacia la seguridad de los aviones de la Fuerza Aérea de Israel, aunque uno de sus hermanos, Iddo, afirmó en varias oportunidades que el teniente coronel fue alcanzado por los disparos de uno de los terroristas en la terminal de Entebbe donde estaban secuestrados los pasajeros.
El hermano mayor de Iddo y de Benjamin «Bibi» Netanyahu -quien después se convertiría en primer ministro de Israel- tenía apenas treinta años cuando participó de la misión de rescate.
Yonatan tenía una fuerte relación con Estados Unidos: había nacido en Nueva York en 1946 y regresó en 1963 cuando su padre, un reconocido académico de estudios judaicos, Benzion Netanyahu, aceptó una cátedra en Filadelfia.
Yoni tomó parte también de una recordada acción en Beirut contra terroristas que habían participado de la matanza de Munich de 1972
Después de graduarse de la escuela secundaria en un suburbio de esa ciudad de Pennsylvania, «Yoni regresó a Israel para unirse al ejército, y no pasó mucho tiempo antes de que se abriera camino hasta el liderazgo de una unidad de paracaidistas de élite», recordó el comentarista norteamericano Moshe Phillips.
Al comentar el libro «Autorretrato de un héroe», que compila cartas de Netanyahu, Phillips remarcó que el militar «desempeñó un papel clave en muchas otras operaciones cruciales de seguridad israelíes, mostrando coraje y valor en las circunstancias más peligrosas».
Por ejemplo, recordó que Yoni participó de una de las misiones contra los organizadores de la matanza de once atletas israelíes en los Juegos Olímpicos de Munich de 1972.
Al año siguiente, el 19 de abril de 1973, Netanyahu formó parte de la unidad de comandos que llevó a cabo una recordada misión en Beirut contra terroristas involucrados en la masacre de la ciudad alemana.
Poco más de seis años después, Yoni entraría definitivamente en la historia como uno de los principales líderes de la operación de rescate más famosa.