Revisando sus 73 años de vida, la Fuerza Aérea de Israel (FAI) reconoció que gran parte de su historia de eficacia estuvo marcadas por el desarrollo de sus aviones. Aunque -destacó-, la evolución de los proyectiles fue también fundamental
«Uno de los procesos más importantes que moldeó el desempeño operativo de la FAI a lo largo de los años es la evolución de sus municiones», señaló un reciente reporte de la Fuerza Aérea israelí.
Ese camino fue «desde simples bombas hasta misiles guiados con precisión», en una trayectoria que «nunca deja de desarrollarse y adaptarse al campo de batalla en constante cambio», añadió el informe, divulgado en el website de la FAI.
«¿Cómo se volvieron tan precisas las municiones a lo largo de los años y cuáles fueron los procesos que nos llevaron a donde estamos hoy?», se preguntaron los autores del informe, los reporteros militares Noah Shenbrun y Yasmin Dror.
Los primeros aviones de la FAI cargaban bombas de «caída libre» como las que se ven en las viejas películas de guerra
En los primeros días de la Fuerza Aérea, los aviones de combate se cargaban con las bombas más básicas, aquellas de «caída libre» que se pueden ver en las viejas películas de guerra.
Se trataba de bombas que se «colgaban» de las aeronaves y que, desde el momento en que se desconectaban, no había forma de controlar.
«Incluso para los pilotos de élite era imposible garantizar siempre un impacto perfecto, por lo que cada objetivo requería varias bombas para aumentar las posibilidades de que alcanzaran el blanco» buscado, escriben Dror y Shenbrun.
Con la llegada de jets más avanzados, la precisión del ataque mejoró gracias a los nuevos sistemas de puntería, pero el mayor cambio se produjo en los años ’90, con la integración de los primeros misiles guiados de precisión a los arsenales de las aviaciones militares del mundo.
Algo muy importante para Israel: las nuevas municiones reducen drásticamente los daños colaterales
«Los misiles de precisión están basados en láser», explicó el coronel (reserva) «O», un ex jefe del departamento de municiones y ahora piloto de pruebas de la empresa israelí Rafael Advanced Defense Systems.
El coronel, cuyo nombre completo se mantiene en secreto por razones de seguridad, apuntó que las municiones pueden colocar un láser en el objetivo y, gracias a esa «marca», el proyectil lo golpea de forma autónoma.
«Esto permite que los miembros de la tripulación estén relativamente lejos del objetivo, quedando así expuesto a menos amenazas» de las baterías antiaéreas, subrayó «O».
Los nuevos misiles guiados por láser «duplicaron el éxito operativo de las aeronaves de combate», dijo el piloto, quien describió: «golpear una batería de misiles enemiga ya no requería cuatro bombas, porque una sola podía hacer el trabajo».
Existe una ventaja adicional, en un terreno que es muy tomado en cuenta por todas las Fuerzas de Defensa de Israel, y es que «el daño colateral se minimiza drásticamente, lo cual es crucial para el combate moderno», aseguró el oficial.
Pilotear los aviones puede ser más fácil que hace décadas, pero la tarea de gestionar el enorme caudal de información en la cabina es muy compleja
«O» reconoció que, «sin embargo, también existen algunas desventajas», en especial que, «en situaciones con poca visibilidad, puede ser más difícil asegurar un golpe preciso» con los misiles guiados.
Las nuevas tecnologías trajeron soluciones para varios problemas, gracias en particular al desarrollo de los proyectiles autónomos de última generación.
En el pasado, la tripulación tenía que apuntar cada vez que desplegaba algunos de sus proyectiles. «Pero hoy, los misiles autónomos se basan en coordenadas que pueden predeterminarse antes del despegue», indicó el coronel «O».
Además del hecho de que las condiciones climáticas se hicieron irrelevantes, continuó el piloto, «una ventaja sustancial es que cada misil se puede programar por separado, lo que permite que se desplieguen simultáneamente».
Estas pequeñas revoluciones fueron, al fin y al cabo, modificando radicalmente no solamente los escenarios bélicos sino también el propio oficio de los pilotos de combate.
«Los desafíos cambiaron», aseguró el coronel israelí. «Ahora, pilotear un avión puede ser una trabajo mucho más sencillo que hace cuarenta años, pero gestionar la enorme cantidad de información que fluye en las cabinas convirtió esta tarea, en general, en algo mucho más complejo», advirtió.
Incluso en medio de la tecnología «abrumadora», hay «áreas donde los humanos no tienen reemplazo»
Por esta razón, reveló el oficial, «constantemente intentamos construir sistemas que permitan a los miembros de la tripulación hacer frente a los datos abrumadores y tomar decisiones precisas rápidamente».
En todo caso, y a pesar del increíble progreso que vino con los últimos sistemas de armas, «hay áreas donde los humanos no tienen reemplazo», afirma el reporte de la FAI.
«Incluso si los objetivos están predefinidos -continúa-, el camino para completar con éxito una misión sigue siendo complicado«.
Los pilotos deben calcular el uso de combustible, evitar la defensa aérea del enemigo y asegurarse de que no haya ni un solo error en las coordenadas proporcionadas hasta el último momento antes de atacar un objetivo.
«En la Fuerza Aérea de Israel, hacemos hincapié en pensar a las municiones no solo como un arma sino también como una capacidad«, resumió el coronel «O».