No existen los «car wash» para los aviones de combate de la Fuerza Aérea de Israel (FAI), en especial para aparatos ultra-sofisticados como el caza furtivo F-35I. Por eso, cada algunas semanas o meses, un grupo de soldados se encarga de que los aviones queden en excelentes condiciones para salir a la próxima misión
Y no se trata solamente de una cuestión estética o de obsesión por la limpieza: los aviones cuentan con numerosas cámaras y lentes vitales para su funcionamiento correcto, y también la cabina tiene que contar con perfecta visibilidad para los pilotos.

En un reciente artículo del website de la FAI, publicado en ocasión de Pésaj, una festividad que tiene a la limpieza (en este caso, del hogar) entre sus principales valores, se explica que la mayoría de los aviones «se limpian cada pocas semanas» y que la frecuencia varía de un aparato a otro depende, «entre otras cosas, de su tamaño».
Sin duda que la estrella de la aviación militar israelí es el F-35 fabricado por Lockheed Martin y que aquí se adapta al uso local con nuevos elementos de informática y electrónica, convirtiéndolo en la versión conocida como F-35I o Adir.
El proceso de limpieza de este poderoso avión, considerado por muchos expertos como el caza más letal de la actualidad, «es complejo y requiere la máxima precisión», señalan desde la FAI.

«La responsabilidad que recae sobre nuestros hombros es muy grande», admite el mayor Edi, oficial técnico del Escuadrón 116 («Leones del Sur») uno de los que opera el F-35I. «Es suficiente que alguien se olvide de quitar una de las fundas del avión mientras limpia, y los resultados pueden ser devastadores», confiesa.
«Hay que asegurarse de que el avión esté limpio porque la visibilidad es muy importante», remarca el oficial. Cuando los aparatos «están limpios y bien mantenidos, el resultado final se ve en consecuencia, afecta al trabajo de todo el escuadrón», asegura.
El artículo, preparado por la reportera militar Noa Schnebron, explica que el F-16, otro de los principales aviones de combate en dotación de la FAI, «es más fácil de limpiar porque es relativamente pequeño», a diferencia del Super Hercules C-130J, que es mucho más grande.

El mayor Edi comenta que, en otros países, «se usa una lavadora gigante para aviones», pero que ese «no es el caso con nosotros, ya que la FAI limpia manualmente con un jabón especial».
Volviendo al F-35, durante las tareas de limpieza los y las soldados utilizan un calzado especial para subirse al avión, para proteger el recubrimiento que hace al aparato «furtivo», es decir, que cuenta con la capacidad de hacerse «invisible» a los radares enemigos.
Los F-35I, completó, se limpian «una vez cada tres meses aproximadamente, y el proceso dura dos días». Los encargados tienen que seguir un estricto calendario de trabajo ya que, cuando toca el lavado, los aviones quedan obviamente fuera de actividad.