Las fuerzas armadas de Chipre no cuentan con aviones de combate, pero sí con helicópteros, tanques y equipos de defensa anti-aérea. ¿Cómo se entrenan sus militares para enfrentar un eventual ataque por aire? Con la ayuda de los jets y cazas de Israel
Dos veces al año, las fuerzas aéreas de Israel y Chipre llevan a cabo los ejercicios militares «Onisilos Gedeon», que en este 2020 recién se pudieron realizar esta semana tras la postergación causada por la pandemia de coronavirus.
«La cooperación con la Fuerza Aérea de Chipre es muy significativa tanto para nosotros como para ellos», aseguró el capitán T., jefe de los ejercicios por parte del escuadrón 119 de la Fuerza Aérea de Israel (FAI), que opera con aviones de combate F-16.
Llevar adelante las maniobras en estos tiempos de pandemia «es un desafío, pero el deseo de mejorar los lazos y la cooperación entre los dos ejércitos es fuerte y lo convierte en un ejercicio importante y significativo», añadió el capitán T., cuyo nombre completo no se divulga por razones de seguridad.
El ejército de Chipre no posee aviones de combate, solamente helicópteros, defensa aérea y sistemas de control aéreo, además de tanques y otros equipos terrestres. Por ello, la FAI envía formaciones de aviones de combate a los cielos de Chipre, para permitirles entrenar con sus sistemas de control y defensa aérea.
La cooperación es un beneficio de ida y vuelta, ya que durante los «Onisilos Gedeon» la FAI tiene la oportunidad de «volar en territorio extranjero» y entrenar sus capacidades «de diversas formas, mientras nuestros socios en Chipre practican y entrenan con sus sistemas contra aviones de combate«, señala el capitán del escuadrón de F-16.
Los ejercicios, señalan desde la FAI, sirven para entrenar a tripulaciones aéreas de los diversos escuadrones participantes en varios aspectos, desde el reabastecimiento aéreo, control aéreo y misiones de ataque a evasión de enemigos y aterrizajes de emergencia, siendo la tarea principal del escuadrón 119 el combate aire-aire en los cielos de Chipre.
«Nos dividimos en dos formaciones de tres y cuatro jets, y para simular situaciones reales, uno voló para ‘atacar’ la isla y el otro fue a ‘defenderla'», describió el capitán T.
Al mismo tiempo, sigue explicando el oficial israelí, los controladores aerotransportados del escuadrón 122, acompañaron y proporcionaron control aéreo a la formación atacante, mientras que la formación defensora fue guiada por controladores chipriotas en tierra.
«Este es un ejercicio significativo para la Fuerza Aérea de Chipre, ya que no se entrenan habitualmente con aviones de combate», destacó.
Después de los «combates aéreos», continuó T., las tripulaciones del escuadrón 119 realizaron un ataque distante simulado en territorio amenazado.
«Los chipriotas desplegaron una línea de camiones y nuestra misión era atacarlos», dijo el capitán.
Como parte de ese ejercicio, indicó, también «tuvimos que evitar sus misiles tierra-aire que intentaban frustrar el ataque».
Además del 119 con sus F-16, y el 122, que opera los aviones Eitan (Gulfstream G550) para control aéreo, la FAI envió también a Chipre al escuadrón 120, que vuela los Re’em (Boeing 707) para reaprovisionamiento de combustible en el aire.
Las maniobras, que se desarrollaron entre el 17 y el 19 de noviembre, se completaron «con absoluto éxito», resumió en un comunicado el ejército de Chipre.
Según los comandantes chipriotas, «la organización y ejecución de este ejercicio es la culminación de la cooperación estable y cada vez más mejorada» entre las fuerzas armadas de los dos países.