El 20 por ciento de los soldados reservistas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), ampliamente involucradas en la actual guerra en Gaza, son trabajadores del sector de la alta tecnología (high tech) nacional.
Así lo reveló un informe del Ministerio de Finanzas israelí, que muestra además que la participación de la fuerza de trabajo del sector en las FDI es del doble de su representación en la población general, de solamente el 10 por ciento.
El reporte, divulgado este lunes, confirma el gran impacto que la guerra está teniendo en las empresas tecnológicas y las startups israelíes, que vieron a muchos de sus técnicos marchar al frente tras el ataque terrorista del 7 de octubre.
Informes previos, citados por el portal Calcalist, hablan de un 70 por ciento de las empresas de tecnología israelíes afectadas operativamente por la convocatoria de personal clave para las reservas de las FDI.
Mayoría de varones, y con salarios más altos
De hecho, varios programas de asistencia económica, tanto públicos como privados, se lanzaron para sostener al sector de la alta tecnología durante la guerra.
Realizado en base a los 148.000 reservistas movilizados con las FDI en diciembre del 2023, el informe del ministerio señaló que el 90 por ciento tiene un empleo, el 89 por ciento son varones y la edad promedio es de 33,8 años.
El 48 por ciento no tiene hijos, el 40 por ciento tiene hijos de 0 a 9 años y el 12 por ciento tiene hijos de 10 años o más, precisó el informe. Esta radiografía de los reservistas mostró también que tienden a tener salarios más altos en comparación con la población general.
Según el ministerio, y en base a datos del 2019, los últimos disponibles, el salario promedio de los reservistas es un 47 por ciento superior al que percibe el resto de la población.
Finalmente, en términos de distribución ocupacional, el 20 por ciento de los reservistas de las FDI son trabajadores high tech, mientras que solamente el 10 por ciento de la población general está empleada en ese sector.
Un 14 por ciento de los reservistas trabaja en la industria manufacturera, el 12 por ciento en servicios profesionales, otros 12 por ciento en gestión y apoyo y el un 4 por ciento en la administración pública.