La operación lanzada en la madrugada del domingo por Israel para destruir miles de lanzadores de cohetes de Hezbollah en el sur del Líbano, lo que impidió al grupo islamista bombardear de manera masiva el país y salvó incontables vidas, costó al menos 120 millones de dólares.
Así lo estimó «una alta fuente de la industria de la defensa» consultada por el diario económico israelí Globes.
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Informes de inteligencia habían advertido a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) sobre la inminencia de un gran ataque de Hezbollah. Según esos reportes, la lluvia de cohetes iba a ser activada a las cinco de la mañana, hora local.
Sin embargo, alrededor de cien aviones de la Fuerza Aérea llegaron antes al sur del Líbano y lograron reducir drásticamente las capacidades de la organización fundamentalista, que tuvo que «conformarse» con disparar unos 320 proyectiles y veinte drones explosivos contra Israel.
La incursión de la aviación militar, según reportaron voceros de las FDI, destruyó alrededor de 6.000 cohetes de Hezbollah, la mayoría de corto alcance (suficiente para golpear el norte del país) y algunos capaces de llegar hasta el centro del territorio israelí.
Un elemento clave
De acuerdo con las estimaciones del analista citado por Globes, los aviones israelíes habrían utilizado unas 4.000 bombas del tipo Joint Direct Attack Munition (JDAM o Munición de Ataque Directo Conjunto).
El JDAM es un kit de bajo costo desarrollado por Boeing que permite acoplar un sistema de navegación, incluyendo GPS, a las bombas de caída libre para convertirlas en proyectiles «inteligentes» de precisión.
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בהמשך לתקיפות בלבנון ביממה האחרונה, מצורף תיעוד מתדלוק מטוסי אדיר מעל שמי לבנון ותיעוד מיירוט כטב״ם על-ידי מסוק קרב: pic.twitter.com/YUul4bCMVs
— Israeli Air Force (@IAFsite) August 25, 2024
Cada una de esas bombas mejoradas, señaló la fuente, cuesta 25.000 dólares. Al multiplicar ese número por la cantidad de proyectiles (4.000) se obtiene la parte principal del costo de la incursión: 100 millones de dólares.
A eso se deben agregar alrededor de dieciocho millones de dólares por los costos de operación de cien aviones durante unas seis horas y algo más de un millón por la gestión de drones por doce horas.
«Y todo eso no toma en cuenta otros gastos necesarios», como el despliegue de soldados y equipos de apoyo, remarcó la fuente del artículo de Globes.
El diario aseveró que «puede ser que 120 millones de dólares no sea una cantidad despreciable, pero evitó costos mucho mayores».
Los blancos del grupo islamista
Además de las vidas humanas que fueron protegidas del posible ataque masivo de Hezbollah, obviamente de «costo» incalculable, la incursión evitó también eventuales daños a la infraestructura del país, en especial en los blancos militares a los que apuntaron los islamistas.
En efecto, algunos de los pocos cientos de cohetes que Hezbollah logró disparar tuvieron como objetivo la base de la unidad 8200 de inteligencia de las FDI en el norte de Tel Aviv, cerca de la sede central del Mossad.
Daños a los principales edificios civiles de Tel Aviv o del norte del país, señaló Globes, «habrían costado mucho más» que los 120 millones que se invirtieron en la operación aérea sobre el sur del Líbano.