La máquina, introducida a mediados de noviembre por Elbit Systems, fue bautizada Rook
Desarrollada junto a Roboteam -otra firma israelí, que tiene también una sede estadounidense-, es un vehículo terrestre no tripulado (UGV, por su sigla en inglés) que puede funcionar de manera autónoma
Obviamente no es uno de aquellos robots que se veían en las viejas películas de ciencia ficción del siglo pasado. Este tipo de máquinas desempeñan acciones muy precisas, sin necesidad de diseños antropomórficos o voces digitales.
Rook, por ejemplo, con sus seis ruedas y capacidad de maniobra en todo tipo de terrenos difíciles, es capaz de «seguir» a un grupo de soldados en misiones peligrosas, en silencio, durante ocho horas y a velocidades de hasta 30 kilómetros por hora.
Este nuevo UGV pesa unos 1.200 kilos y puede transportar carga por aproximadamente el mismo peso. En ese sentido, uno de sus principales usos es el transporte de equipos o armamentos y el traslado y evacuación de heridos.
Si bien no se asemejan a los robots de antiguos filmes, máquinas como Rook apuntan a una meta de la que se viene hablando desde hace tiempo.
Estos UGV, dijeron voceros de Elbit citados por la revista Defense News, brindan «una solución operativa integral que reduce las bajas y facilita las reducciones de personal a largo plazo».
Este tipo de robots pueden ser utilizados para combate, carga o rescate de heridos
Menos soldados en el frente, o en situaciones de riesgo, es -en efecto- uno de los objetivos centrales de este tipo de robots.
En las Fuerzas Armadas de Israel (FDI), por ejemplo, es habitual su utilización en zonas complejas como la frontera con la Franja de Gaza.
Allí, frente al territorio palestino, se desplegará también el mini-robot Jaguar, desarrollado por las FDI y que puede circular por prácticamente cualquier terreno equipado con un sistema de armas ligeras.
Jaguar, afirmó el teniente coronel Natan Kuperstein, uno de los jefes del programa, es una pequeña maravilla tecnológica con «capacidades analíticas» y «funcionando sobre seis ruedas».
Este robot semi-autónomo es capaz de disparar, trepar en ángulo inclinado y frenar. El Jaguar, agregaron, se mueve manejado desde una sala de control y puede circular por una gran variedad de terrenos, incluyendo arena, barro, piedras y asfalto.
Hablando con el diario israelí The Jerusalem Post, el CEO de Roboteam, Elad Levy, afirmó que si los oficiales de un ejército «desean enviar robots adonde no quieren enviar soldados, necesitan una solución para eso».
«Puedes enviar al Rook a lugares a los que no quieres ir», enfatizó Levy, resumiendo el sentido de estos aparatos.
Muchos altos oficiales creen que llegó el momento de empezar a dejar el combate en manos de drones y robots
Otra de las grandes compañías que desarrollan dispositivos militares en Israel, Rafael Advanced Defense Systems, presentó a fines del año pasado algunos de sus proyectos de robots.
Entre ellos se destacó un «perro-robot», una diminuta máquina con «patas» que es capaz de localizar y rastrear al enemigo en lugares de difícil acceso para los soldados.
Existe «una mayor necesidad de reducir las bajas entre los soldados de combate y esta demanda es mucho más significativa que en el pasado», señaló en aquel momento el CEO de Rafael, Yoav Har-Even, citado por el diario económico israelí Globes.
Según Har-Even, los robots son parte de una nueva realidad en el campo de batalla y los conflictos bélicos en general.
«En la actualidad, y probablemente en el futuro, la mayoría de los países, incluido Israel, no verán ninguna necesidad de conquistar y mantener territorio a lo largo del tiempo«, dijo.
En cambio, será el momento de salvar vidas de soldados y dejar el combate en manos de drones y robots.