La ingeniera Roni tiene 30 años y es de Tel Aviv, completó tres años y medio de servicio en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) con el grado de teniente. Y ahora es una de las más importantes piezas en el desarrollo de uno de los mejores rifles de producción nacional
«Cada uno de nosotros tiene una fuerte dedicación y un sentido de propósito para brindar a cada soldado el arma más moderna, segura y de alta calidad que les permita llevar a cabo su misión», comentó Roni sobre su trabajo en la compañía IWI, que produce el rifle Arad.
Antes de llegar a IWI -que fabrica también una versión de la Uzi y las pistolas Masada y Jericho-, la ingeniera pasó tres años en una de las sedes israelíes del coloso estadounidense de la informática Intel.
Roni tiene una licenciatura en ingeniería mecánica y una maestría en ingeniería de gestión y seguridad, ambas de la Universidad Ben-Gurion del Negev. Y su perfil fue compartido en el newsletter de IWI con motivo del Día Internacional de la Mujer.
«Estoy encantada y orgullosa de formar parte de la familia IWI, que desarrolla y fabrica las armas que utilizan nuestros soldados», afirmó Roni, que trabaja como ingeniera de producto para el Arad, que con un peso de apenas 2,85 kilogramos sin el cargador puede realizar hasta 1.100 disparos por minuto.
En IWI, aseguró, «incorporamos las últimas tecnologías de producción y ensamblajes, para estar seguros de que nuestras armas funcionarán de manera confiable incluso en las peores condiciones del campo de batalla«.
«Me complace que IWI integre a las mujeres en todos los roles -completó Roni-. Sé que la industria de las armas de fuego se identifica con el mundo masculino, pero aquí me tratan como a un ingeniero entre ingenieros».