Las autoridades de la Universidad de Tel Aviv analizaron los números de su aporte humano a la operación Espadas de Hierro, lanzada en Gaza tras el ataque terrorista del 7/10 y encontraron una sorpresa: cada vez hay más mujeres entre las tropas de reservistas de Israel llamadas a combatir.
Con casi 30.000 estudiantes, la de Tel Aviv es considerada la universidad más grande y diversa de Israel. Ahora, esos nuevos datos revelan además un cambio importante en la contribución de las mujeres al esfuerzo bélico en comparación con el pasado.
En los primeros meses de la guerra, señaló el reporte, 6.657 estudiantes de la famosa casa de altos estudios de Tel Aviv fueron convocados para tareas de reserva en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), más que en cualquier otra universidad israelí.
¿La sorpresa? entre los llamados a las armas se cuentan 2.228 mujeres, un 34 por ciento del total.
La dedicación y la determinación de los reservistas
Y no solo eso: en enero del 2024, después de que gran parte de las tropas de reserva habían recibido la baja, 2.545 estudiantes de la Universidad de Tel Aviv, incluidas 755 mujeres (el 29 por ciento), seguían en servicio activo.
«Me llamaron a la reserva justo después de que estalló la guerra», contó una de las chicas convocadas para la operación Espadas de Hierro, Shir Shachar, de 28 años, estudiante de maestría en la Facultad de Medicina.
Su equipo en el ejército «incluía tanto varones como mujeres, y fue muy emocionante cómo cada uno de nosotros contribuyó significativamente al objetivo común, al esfuerzo de guerra», relató.
Shir apuntó que «el compromiso, la dedicación y la determinación de todos los reservistas en sus tareas, ya sea en el campo o detrás de las líneas, son muy importantes para el éxito en el combate» de Israel.
«Sólo trabajando juntos, con todos haciendo todo lo posible, podemos ganar la guerra», resumió.
«No lo pensé dos veces»
Por su parte, Carmel Cohen, de 26 años y estudiante de tercer año del Departamento de Artes Teatrales, aseguró: «en el momento en que me llamaron no lo pensé dos veces: me reporté al Comando Nacional y serví durante tres meses».
«Todos los días ayudamos a los civiles afectados por el guerra, y se sintió muy bien que todos estemos haciendo todo lo posible por el ejército y el país», agregó Carmel.
«Estos son tiempos difíciles para nosotros y tratamos de ayudar tanto como podemos», remarcó Cohen, una de las reservistas del ejército de Israel.
Después de esos tres meses de servicio, «regresé a la universidad y quiero hacer realidad mi sueño: convertirme en una actriz que hace sonreír a la gente», confesó Carmel. Pero, «por supuesto, siempre que me llamen de nuevo, iré» a las filas de las FDI, completó.
La profesora Neta Ziv, vicepresidenta de Equidad, Diversidad y Comunidad en la universidad, aplaudió a las jóvenes con las que comparte las aulas.
Ziv enfatizó que «la gran contribución de las mujeres es evidente en todas las esferas de la vida: la militar, la pública y, por supuesto, la civil».
La Universidad de Tel Aviv, señaló, «reconoce y honra la contribución de las mujeres reservistas y hace todo lo que está a su alcance para ayudar a todos los estudiantes que sirvieron o aún están sirviendo en las reservas a reanudar con éxito sus estudios».