La Guerra de Iom Kipur, de cuyo comienzo se cumplen en estos días cuarenta y ocho años, le «enseñó» al país a «estar preparado y organizado» frente a cualquier posible agresión, afirmó el primer ministro de Israel, Naftali Bennett
Hablando durante la ceremonia conmemorativa que se llevó a cabo este domingo en el Monte Herzl, en Jerusalén, Bennet afirmó que «algo dentro de nosotros cambió hace 48 años».
La de Iom Kipur es posiblemente la más trágica de las guerras de Israel, en especial por el alto número de muertos -entre 2.500 y 2.800- pero también porque el país fue tomado de sorpresa por el ataque de la coalición de países árabes liderada por Egipto y Siria.
Se necesitó un esfuerzo enorme y heroico para revertir las pérdidas de los primeros días de la guerra, pero finalmente las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lograron una costosa victoria militar en el conflicto armado, que se combatió entre el 6 y el 25 octubre de 1973.
Los errores políticos y de inteligencia, por su parte, dejaron una marca duradera en el país, e incluso mancharon a nivel local la reputación de la primera ministro Golda Meir, considerada una de las «madres de la patria».
El primer ministro de Israel advirtió sobre el peligro de «la complacencia y la arrogancia»
Aquella guerra, dijo precisamente Bennett, «demostró lo peligrosas que pueden ser la complacencia y la arrogancia».
«Nos enseñó una lección de humildad, pero también la importancia de estar preparados y organizados», añadió el primer ministro.
Después de calificar el costo humano del conflicto como «intolerable», Bennett matizó diciendo que, «lo que muchos percibieron como un fracaso, yo lo veo como una victoria».
Los resultados militares logrados en los frentes egipcio y sirio, concluyó, fueron «notables».
Israel «le debe a los caídos» seguir siendo «un país próspero y fuerte», afirmó el ministro Gantz
Por su lado, el ministro de Defensa, Benny Gantz, se dirigió a los familiares de los muertos en la guerra -muchos de los cuales participaron de la ceremonia en el Monte Herzl-, para decirles que los israelíes «le debemos a los caídos nuestra existencia hoy, en un país próspero y fuerte».
Para el ministro, «han pasado 48 años, pero el dolor continúa y no los extrañamos menos». Se trató de «israelíes de todo el país que se reunieron en el día sagrado (de Iom Kipur) para enfrentarse al enemigo».
«Debemos recordar a los caídos, y recordarnos que la responsabilidad de asegurarnos de que sus muertes no hayan sido en vano recae sobre nosotros», enfatizó Gantz.