Después de haber participado en todas las guerras que el país había peleado hasta ese momento, el general Israel Tal se retiró del servicio activo y pasó a convertirse en el «padre» del tanque que lo haría célebre en todo el mundo, el Merkava
Si bien el tanque «Made in Israel» entró en servicio en 1979, la mayoría de los expertos coincide en que su historia comenzó en 1970, cuando el gobierno de Jerusalén comenzó a discutir la oportunidad y la necesidad de un blindado fabricado en el país.
Por ello, el tanque que actualmente está siendo producido en su cuarta edición, o Mark IV, cumplió en el 2020 su primer medio siglo de vida. Y el general Tal fue el principal protagonista de esa historia.
Nacido en Mahanayim, un kibutz en el norte de Israel, en 1924, cuando el país todavía estaba bajo el mandato británico, su carrera militar comenzó cuando tenía apenas 17 años de edad, en la filas de la Brigada Judía que combatió durante la Segunda Guerra Mundial.
Estacionado en Italia, el joven Tal se convirtió en un experto en ametralladoras, una habilidad que le sería muy útil en 1948, cuando participó de la Guerra de la Independencia de Israel.
Las ideas de Tal eran revolucionarias, y su proyecto se enfrentó con la oposición de muchos escépticos
Luego se destacó como comandante de brigada en la Guerra de Suez, en 1956, al frente de una división de acorazados en el desierto del Sinai durante la Guerra de los Seis Días, en 1967, y con al mando del frente sureño en la Guerra de Iom Kipur, de 1973.
Tras su paso lleno de combates y medallas por el servicio activo, «Tal fue dado de baja del ejército con un objetivo en mente: establecer el enorme proyecto de un tanque con los colores azul y blanco» de la bandera nacional, rememoró un artículo del website de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Estaba claro que la idea era tentadora, en especial teniendo en cuenta el peso decisivo de las divisiones blindadas en las guerras de 1967 y 1973 y la posibilidad de ya no tener que depender de las potencias extranjeras para adquirir nuevos tanques.
Las ideas del general Tal eran revolucionarias, pero el proyecto se enfrentó con la oposición de «muchos escépticos», recuerda el artículo. Después de todo, se trataba de una apuesta por una nueva ingeniería que, además, iba a consumir una millonaria inversión.
Después de largas horas de conversaciones en la oficina del entonces ministro de Defensa, Moshé Dayan, el gobierno puso la luz verde para el proyecto encabezado por el general Tal, conocido como «Talik».
«Durante varios años, el equipo de ingenieros trabajó duro y construyó muchos prototipos para el tanque, hasta que cumplió con todos los requisitos» que reclamaba el sistema militar, continúa el artículo.
El prototipo del primer Merkava fue construido con madera y montado en la parte trasera de un viejo jeep, pero todas sus capacidades estaban perfectamente a la vista, de acuerdo con los altos niveles de exigencia del general Tal.
Tal, afirman expertos norteamericanos, «contribuyó a las capacidades de guerra post-Vietnam» de Estados Unidos
A partir de allí es historia conocida: el nuevo tanque de diseño revolucionario, que protege a su tripulación como ningún otro lo había hecho antes, y con un potente cañón principal de 120mm, se convirtió en elemento fundamental del ejército israelí y en uno de los más poderosos del mundo.
Tal elevó todavía más su estatura de leyenda y, hasta su fallecimiento en el 2010, siguió recibiendo condecoraciones y compartiendo sus memorias en incontables entrevistas.
En 1996, Tal fue homenajeado en el Patton Museum, en Fort Knox, Kentucky, por la Armor and Cavalry Foundation estadounidense, en una ceremonia de la que participaron los entonces general Donn Starry y mayor general Stan Sheridan.
Según la cobertura de aquel evento, Starry y Sheridan «hablaron de las contribuciones personales de Tal al desarrollo del tanque M1 Abrams y a las tácticas y doctrina» del combate con blindados.
Confirmando detalles de una faceta poco conocida de Tal, los oficiales norteamericanos reconocieron que la experiencia del militar israelí «contribuyó a las capacidades de guerra post-Vietnam del ejército de Estados Unidos y al éxito de las fuerzas terrestres (norteamericanas) durante la Operación Tormenta del Desierto» de 1991 en Irak.