El gobierno de Jerusalén y el coloso estadounidense Boeing confirmaron esta semana el acuerdo para la producción y venta de cuatro tanques aéreos para que los aviones de combate de la Fuerza Aérea de Israel (FAI) puedan recargar combustible en vuelo y golpear todavía más lejos
Los analistas de temas militares se apresuraron a comentar que, con la adición de estos «tankers», que llegarán entre los años 2025 y 2026, los aviones de combate israelíes podrán alcanzar el territorio iraní.
Se trata de un acuerdo «muy importante», afirmó el ministro de Defensa de Israel, Benny Gantz, quien -recordó- viene impulsado la adquisición de los aviones cisterna desde hace «unos dos años».
Gantz añadió que la compra de los tanques de recarga aérea KC-46A es parte de un gran proceso de ampliación y renovación de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), que incluye también la llegada de más aviones de combate F-35, helicópteros, submarinos y municiones avanzadas.
Con eso, precisó, se busca «permitir que las FDI enfrenten desafíos de seguridad cerca y lejos» del territorio de Israel.
אני מודה למשרד ההגנה האמריקאי על החתימה מול בואינג על עסקת המתדלקים החשובה לביטחון ישראל אותה התחלתי לקדם לפני כשנתיים מכספי הסיוע האמריקאי, כולל ההקדמה של מימוש כספי הסיוע שבוצעה בתיאום עם משרד האוצר והמשפטים. pic.twitter.com/Hod2jnwrec
— בני גנץ - Benny Gantz (@gantzbe) September 1, 2022
El acuerdo, de alrededor de mil millones de dólares, «es otro testimonio más de la poderosa alianza y los lazos estratégicos entre los sistemas de defensa y los gobiernos de Israel y los Estados Unidos», completó el ministro.
Con estos aviones se busca «permitir que las FDI enfrenten desafíos de seguridad cerca y lejos» del territorio de Israel
Para la FAI, apuntó el diario Times of Israel, «los aviones son necesarios para realizar posibles ataques importantes contra objetivos en Irán, a unos 2.000 kilómetros» y «muy lejos del rango de vuelo normal» de los jets en dotación.
Israel esperaba poder contar con los aviones tanque antes de la fecha que se terminó estableciendo en el contacto. Los tanques de combustible aéreos se inscriben así en el espinoso problema de las ambiciones nucleares de Irán.
Estados Unidos participa actualmente, aunque de manera indirecta, en las negociaciones para reactivar el acuerdo del 2015 que puso en marcha un levantamiento de las sanciones contra Irán a cambio del permiso de las autoridades de Teherán para vigilar su plan atómico.
El acuerdo, impulsado por el entonces presidente Barack Obama, fue luego suspendido por su sucesor, el republicano Donald Trump. Al llegar al poder, el demócrata Joe Biden dio luz verde a la reactivación del acuerdo, cuyas negociaciones en Viena pasan por un momento decisivo.

En ese marco, las FDI siguen reforzando sus equipos y armamentos, ahora con la prevista llegada de los KC-46A.
El contrato prevé la posible adquisición de otros cuatro aviones cisterna en el futuro
De hecho, aviones de la FAI realizaron ya varios ejercicios conjuntos con la Fuerza Aérea de Estados Unidos que contaron con la participación de los aviones tanque.
Según reportó la revista especializada Defense News, los fondos para los aviones cisterna saldrán de los 3.300 millones de dólares en asistencia de seguridad que Israel recibió como parte de un acuerdo con Washington.
El contrato anunciado esta semana, agregó el reporte de la revista, le concede a Israel «la capacidad de comprar cuatro aviones más después de los cuatro iniciales».
A través de un comunicado, Boeing dijo que, como parte del contrato, la empresa «también brindará servicios de apoyo» para los KC-46A, «mantenimiento y reparaciones, logística y otra asistencia para adaptar los aviones a las necesidades de Israel».
Los aviones, que serán fabricados en la planta de Seattle, en el estado de Washington, cuentan «con el sistema más avanzado del mundo para reabastecimiento aéreo», aseguró el comunicado de Boeing.