Los pilotos de helicóptero de la Fuerza Aérea de Israel se entrenan para «pensar en grande» y actuar no solamente en el aire sino también en tierra, sabiendo «combinar los roles» tanto en operaciones civiles como militares, reveló un teniente del Escuadrón 114, los Líderes de la Noche
Las misiones del Escuadrón 114 van desde rescatar civiles a transportar tropas y vehículos a zonas de guerra o extraer fuerzas terrestres de territorio enemigo.
Uno de sus pilotos, el teniente «S», fue recientemente entrevistado por un reportero militar del website de la Fuerza Aérea y compartió detalles poco conocidos del complejo entrenamiento de los oficiales de los escuadrones de helicópteros israelíes.
«En la rutina, los escuadrones se entrenan constantemente en la ejecución de misiones operativas, y cada escuadrón practica por separado para sus tipos de misiones específicas», explicó el piloto.
«S» contó que, después de graduarse del curso de vuelo, los soldados llegan al Escuadrón 123 («Aves del Desierto») para su entrenamiento operativo, que dura aproximadamente seis meses y durante el cual los cadetes hacen las prácticas especializadas en uno de tres helicópteros: el CH-53, Panther o Black Hawk.
En la Escuela de Vuelo de la Fuerza Aérea, continuó el teniente, «los cadetes aprenden a ejecutar maniobras básicas como el despegue y el aterrizaje«.
Luego, en las prácticas operativas, aprenderán cómo maniobrar en situaciones «más complejas, de acuerdo a la realidad» que encontrarán en el terreno.
Durante la entrevista, el teniente detalló interesantes aspectos de la fuerza de helicópteros. Por ejemplo, «S» indicó que el trabajo en equipo a bordo de un Yanshuf (como se bautizó en Israel al Sikorsky UH-60 Black Hawk) implica que «uno de los miembros es responsable de pilotar el aparato y otro es el capitán, un piloto más experimentado que maneja la misión y manda sobre la tripulación».
En cambio, cuando se trata de un Yas’ur (Sikorsky CH-53), «el capitán se encarga de pilotar el helicóptero, mientras que el copiloto se encarga de gestionar la misión», detalló «S».
«Además de ser pilotos -continuó el teniente-, también servimos como oficiales de tierra en el escuadrón y ayudamos a que su actividad sea fluida».
Por eso, afirmó, «debemos pensar en grande, ver al escuadrón como una organización y hacer nuestra parte en el aspecto terrestre, pero también saber cómo combinar nuestras funciones básicas y nuestra función como miembros de la tripulación aérea».
Cuando se le preguntó «qué pasa por su cabeza» durante acciones operativas, «S» respondió: «pienso en ejecutar la misión de la manera más rápida y segura posible, y en cualquier cosa que pueda ponerla en peligro».
«Hay que tener control sobre los equipos y asegurarse de que nadie cometa errores debido a la presión», dijo el teniente. «Estas misiones -completó- demuestran tu destino, para lo que has estado entrenando todo el tiempo».